Las masas derrotaron el fraude electoral escandaloso que estaba preparando Alianza Republicana Nacionalista (ARENA), el partido reaccionario fundado por el anticomunista dirigente de los escuadrones de la muerte Roberto D'Abuisson. La burguesía tuvo que ceder de muy mala gana la administración del Estado al Frente Farabundo Martí de Liberación Nacional (FMLN) para evitar un estallido revolucionario.
Un triunfo histórico
El FMLN es el partido heredero de una larga tradición de lucha revolucionaria de las masas que combatieron a los gobiernos militares y enfrentaron una cruel guerra civil. Hace 20 años, después de pasar por dos fraudes electorales, la gran efervescencia política entre las masas generó una crisis revolucionaria y un gran auge de la lucha de masas que tendría su cúspide en 1980 con una oleada huelguísticas sin precedentes. Esta lucha revolucionaria fue la partera del FMLN, es por la herencia de esta historia que este partido se sigue declarando revolucionario y socialista.
La victoria del 15 de marzo es un paso adelante en el proceso histórico de lucha revolucionaria del pueblo salvadoreño, los oprimidos se batieron a duelo durante más de una década en una guerra revolucionaria en la que el Estado ha contado con el gran apoyo del imperialismo estadounidense. Los acuerdos de paz firmados en 1992 solo fueron una pausa en la lucha de clases. No se han solucionado ninguno de los problemas fundamentales de las masas.
El Salvador es un país artificial, inviable e inestable, y al igual que el resto de América Central, El Salvador es una nación producto de la separación criminal que la burguesía hizo de Centroamérica, que partió la dividió como quien mutila un cuerpo vivo. El triunfo del FMLN se suma al gane del FSLN en Nicaragua, a la derrota de la derecha en Guatemala, a la entrada de Honduras al ALBA y a las protestas masivas contra el TLC en Costa Rica.
El capitalismo es inviable en El Salvador
El capitalismo nunca le ha podido ofrecer solución a los problemas de las masas centroamericanas que han mantenido una enorme tradición revolucionaria, siendo los trabajadores salvadoreños particularmente combativos. En 2004 la CEPAL estimaba que el 47% de la población vivía con menos de dos dólares al día, el PENUD estima que en 2008 había un déficit de medio millón de casas y The Economist ha dicho que El Salvador es el país con la tasas de asesinatos más grandes del mundo. Las masas cansadas han reaccionado y echaron finalmente a ARENA del gobierno.
Seguramente los titulares de la prensa salvadoreña amanecerán hablando de la gran solidez de la democracia salvadoreña, de que ARENA es un partido maduro y democrático al aceptar su derrota, de que ahora debemos caminar todos unidos para construir un nuevo El Salvador. Pero eso está muy lejos de reflejar lo que hemos vivido en esta jornada electoral. No son unas simples elecciones, reflejan ante todo el desgaste del régimen y el cansancio de las masas que están buscando una solución contra los males generados bajo el capitalismo.
Estas elecciones son el equivalente a la derrota de la monarquía de Alfonso XIII en España, en 1931. Bastaron con unas simples elecciones para que colapsara aquel podrido régimen, las masas estaban eufóricas pero este sólo fue el inicio de uno de los más fuertes y radicales procesos revolucionarios. No podemos entender la victoria actual del FMLN sin comprender el proceso revolucionario en el que se encuentra América Latina y contra el que basó su campaña la burguesía.
Masiva respuesta del pueblo salvadoreño
El fraude electoral estaba más que anunciado, la campaña de miedo fue terrible, incluso hubo atentados de elementos de ultraderecha contra militantes del FMLN que fueron asesinados como fue el caso de los dos muertos en Nejapa; unos días antes de las elecciones la Policía Nacional Civil (PNC) hostigó a infinidad de militantes y simpatizantes del partido de izquierda. Los capitalistas por su cuenta extendían la campaña de temor anunciando despidos en sus empresas. Aquí no había imparcialidad ni neutralidad, el propio presidente Antonio Saca hacia campaña a favor ARENA al igual que Walter Araujo presidente del que Tribunal Supremo Electoral que tendría que haber sido imparcial.
Defensa férrea de cada voto
Durante las elecciones, pese a llamados del Tribunal Supremo Electoral (TSE) a no llevar distintivos ni propaganda electoral, las masas salieron con sus camisas de ARENA que se difuminaron en la marea roja de gente que iba con camisetas y banderas del FMLN. Carros iban repletos de propaganda de Mauricio Funes y veíamos a los más humildes negocios con sus banderas rojas. También es de resaltar que muchas personas que no militan en ningún partido fueron a votar, miles de ellos por primera vez en sus vidas participaban en una contienda electoral. La participación fue enorme, las escenas de miles y miles de personas en las calles eran impresionantes y mostraban que el pueblo salvadoreño estaba muy claro de que se jugaba el futuro del país en las elecciones.
El fraude electoral era un peligro real, Funes y Sánchez Cerén lo denunciaron y llamaron en el cierre de campaña a la defensa del voto y a ir a votar masivamente. La respuesta de los pobres de El Salvador fue verdaderamente inspiradora, se defendió cada voto con uñas y dientes. Los más humildes salieron en masa desde los cantones más recónditos y los barrios más humildes a votar. Walter Araujo, el reaccionario presidente del TSE, no tuvo otra opción que reconocer al final de la contienda en su tercer mensaje en cadena nacional, el enorme esfuerzo de las masas para impedir el fraude.
En la Televisión, en casi cada enlace que hacían los reporteros, uno podía escuchar infinidad de denuncias escandalosas de fraude y después escuchar de voz de los reporteros que eran problemas menores que no empañaban la democracia. Fueron movilizados miles de extranjeros para votar por ARENA que llegaron al país en buses y aviones. Se descubrieron casos de personas que votaron dos o tres veces. Cabe mencionar las acciones que emprendieron las masas a las primeras horas del día en municipios como San Miguel, donde los militantes del FMLN interceptaron a extranjeros que iban disfrazados de simpatizantes efemelenistas con Documentos Únicos de Identidad (DUI) falsos. También se dieron enfrentamientos en el Estadio Cuscatlán donde había extranjeros atrincherados que descubrió el pueblo. La Unidad de Mantenimiento del Orden (UMO) se movilizó al lugar pero no pasó a mayores. Lo que quedó muy claro desde las primeras horas del día es que las masas lucharían hasta el final contra el fraude electoral y lo demostraron a lo largo de la jornada.
Colapso de la derecha y enorme confianza en el FMLN
Uno de los elementos fundamentales que nos dejan de muestra estas elecciones es el enorme desgaste de los partidos de la burguesía (ARENA, PCN y PDC) que pese a su supuesta unidad y su campaña histérica contra el comunismo no pudieron derrotar el poder de las masas.
La mayor parte de la burguesía no tiene confianza en un gobierno del FMLN, teme al potencial revolucionario de sus bases. Hasta el último momento estuvieron barajeando la posibilidad de fraude. Después del cierre de las urnas, las televisoras no pudieron ocultar la tendencia favorable hacia el FMLN, cada vez que filmaban el conteo de una urna el resultado era favorable a la izquierda. Las televisoras que daban encuestas preliminares daban un margen amplio para el FMLN de un 7 o 10% de ventaja. Acercándose la hora en que se daría el informe oficial del TSE los medios de comunicación cambiaron de tono y empezaron a hablar de un empate técnico.
A las 7:30 p.m. estaba programada la primer cadena nacional con el TSE para dar los primeros resultados preliminares oficiales. Pasaron 7 largos minutos antes de que salieran los representantes del tribunal supremo electoral, sus rostros mostraban una gran desmoralización, había algunos asientos vacíos. Es evidente que la burguesía estaba dividida sobre las acciones a seguir y que discutió hasta el último momento la posibilidad de imponerse vía fraude.
Walter Araujo dio los primeros resultados donde daba un margen pequeño de triunfo al FMLN con una tercera parte de las actas escrutadas y señaló: "Aquí nadie se puede declarar vencedor con estos resultados".
Enorme impacto de las ideas marxistas
dsc01692.jpgEl elemento que detuvo el fraude fue la enorme respuesta que habían dado las masas y el miedo a que fueran más lejos. El Bloque Popular Juvenil (BPJ) estuvo defendiendo desde un inicio una lucha decisiva contra el fraude electoral, fuimos atacados en los principales medios de comunicación, fundamentalmente en La Prensa Grafica. Estos ataques mostraban el gran impacto de las ideas de los marxistas entre los sectores avanzados de las masas.
La dirección del FMLN no dio orientaciones precisas si se concretaba el fraude electoral, el BPJ llamó a una lucha decidida y la realización de una huelga general d 24 horas. Seguramente eso obligó que al final nuestros dirigentes hicieran llamados más serios a luchar contra el fraude en los cierres de campaña. Las bases atendieron estos llamados llevándolos a la práctica 100 veces más a la izquierda. La Prensa Grafica desesperada tuvo que escribir una nota un día antes de las elecciones titulada: "El BPJ insiste en llamar a huelga general si pierde el FMLN". Lo que querían era generar un escenario en contra de las protestas contra el fraude, pero las masas estaban muy atentas. De consumarse el fraude se hubiera desatado una poderosa lucha que hubiera adquirido un carácter revolucionario donde las masas podrían haber asestado una derrota aun más humillante a la burguesía. En vez de detener el giro a la izquierda en la sociedad hubieran abierto una franca lucha revolucionaria.
ARENA no tuvo otra opción que reconocer su derrota
La burguesía se quedó desarmada y aunque les dolió tuvieron que reconocer el gane del FMLN. Después del segundo informe del TSE donde seguía ganando el FMLN la prensa internacional empezó a dar como triunfador a Mauricio Funes quién junto a la dirigencia del frente salieron en público y se declararon triunfadores. El último informe del TSE con 90.68% de las actas escrutadas nuevamente le daba el gane a Mauricio Funes pero ni aun así Walter Araujo reconoció como presidente electo al candidato de izquierda. El triunfo ya estaba consumado, dando como resultado preliminar 51.2% de los votos para el FMLN contra 48.7% para ARENA, solo faltaba ver si este último partido reconocería los resultados.
Después de una gran espera finalmente Rodrigo Ávila se presentó en público junto a diversos dirigentes del partido de derecha. Después de titubear por largo tiempo en un discurso que inició con grandes rodeos y pocas ideas, reconoció que los resultados favorecían a Mauricio Funes. Dijo que ARENA será una oposición constructiva y vigilante de que en nuestro país no se pierda el sistema de libertades. Puntualizó que la mitad de los salvadoreños había votado por la izquierda pero la otra mitad había votado por ellos, un dato exagerado debido a sus acciones fraudulentas. En ese mitin se oyeron los clásicos gritos de guerra de la derecha: "Patria sí, comunismo no". Ávila con palabras hipócritas deseo finalmente que Dios iluminara a los dirigentes del frente y a Funes.
La burguesía usará un doble juego: por un lado ganar, cooptar o por lo menos neutralizar a Funes y la dirección del FMLN; por otro lado combatir cualquier iniciativa que afecte a sus intereses. El FMLN fue el partido que más diputados obtuvo en las elecciones de enero pero los partidos de derecha juntos son mayoría, además de que ARENA gobernará la alcaldía de San Salvador. Todo esto lo utilizará la derecha para boicotear al gobierno de izquierda.
Es evidente que en estas elecciones hubo enormes diferencias y fricciones dentro de ARENA, el rostro de Antonio Saca se veía francamente molesto mientras Ávila reconocía su derrota. ARENA mostró fuertes diferencias a lo largo de este proceso electoral que pudo dejar momentáneamente a un lado para unirse contra a el triunfo del FMLN. Sin la administración del Estado es muy factible que las divisiones de la burguesía se profundicen mucho más en el próximo periodo.
Un cambio seguro se consigue luchando por el socialismo
Los obreros y campesinos de El Salvador han asestado un gran golpe a la derecha. Ésta ha sido una de las elecciones más difíciles que ha ganado la izquierda en América Latina y está despertando el entusiasmo de los trabajadores a nivel internacional. Hay enormes ilusiones en el nuevo gobierno del FMLN que ha obtenido su votación más grande de la historia, las grandes expectativas de cambio las podemos ver en el gran festejó en el redondel Mas Ferrer donde se concentraron decenas de miles de simpatizantes a pesar del cansancio de esta agotadora jornada. Las masas han salido a las calles con gran euforia a festejar.
Funes gozará de una luna de miel donde las masas esperarán ver soluciones, pero la crisis de los EEUU golpeará aun más fuertemente a El Salvador y si no se rompe con el sistema capitalista continuará la tendencia de desempleo, migración, ataques laborales, lumpenización de la sociedad y violencia. Se necesita dar una solución real a estos problemas, el pueblo salvadoreño demanda cambios.
Mauricio Funes es más parecido a Lula Da Silva que a Hugo Chávez, ha manifestado que admira y se ha comparado con Barack Obama. Al final de su campaña la derecha sacó a la luz un millonario préstamo que le hiciera a Funes un empresario apellidado Salume. También se mostraba una mansión donde habitó durante la ultima etapa de la campaña, por razones de seguridad declaró Funes. Es evidente que un sector de la burguesía quiere cooptar a nuestros dirigentes para que no vayan muy lejos en los cambios, por eso debemos fortalecer las organizaciones de base de los trabajadores para hacer un contrapeso.
Funes al celebrar su victoria declaró que reiteraba que mantearía el sistema de libertades, respondiendo a los argumentos de que quería instaurar el comunismo al que mostraban con la visión distorsionada de que es un sistema autoritario. Señaló que el nuevo gobierno partía de los acuerdos de paz, que beneficiaría al pueblo salvadoreño y se acabarían los privilegios; pero que los empresarios podrían estar tranquilos porque se respetaría la propiedad privada y haría de la economía de El Salvador la más dinámica de la región. Llamó a todas las fuerzas a trabajar por construir un nuevo El Salvador, antes ya había señalado que formaría un gobierno de unidad nacional donde se incluirían a fuerzas distintas a las del FMLN.
La prensa burguesa durante la campaña mostró declaraciones del BPJ, quienes dentro del FMLN nos seguimos declarando marxistas, como la muestra de que el partido seguía siendo socialista. Ante eso Funes y Sánchez Cerén declararon que en otros partidos de izquierda como el PT de Brasil y el PSOE de España, había en las bases del FMLN gente que se declaraba socialista y marxista pero que eso no significaba que la dirección fuera por ese camino.
Hay militantes que argumentan que la dirección del FMLN sigue defendiendo el socialismo pero que el siguiente paso es establecer la democracia y desarrollar el país. Esta idea se basa en la teoría de las dos etapas que los estalinistas les copiaron a los reformistas mencheviques en Rusia. Esta es una teoría que ha demostrado su fracaso de inicio a fin en un país tras otro.
El Salvador tiene una economía parasita del imperialismo en crisis, esta es la herencia que recibimos de ARENA. Los economistas burgueses serios reconocen que las remesas caerán de la que existe una dependencia económica. Basarse en las maquilas como elemento de desarrolló, como lo declara el programa de gobierno del FMLN, significará en el mejor de los casos continuar con la sobreexplotación y las malas condiciones laborales. Se necesita un cambio radical y si bien no existen las condiciones objetivas para el socialismo en el país debemos decir que el desarrollo de El Salvador es imposible bajo la dirección de la burguesía progresista que siempre se subordina a los intereses del imperialismo. Los trabajadores del campo y la ciudad son quienes llevaron al FMLN y Funes al gobierno y las únicas capaces de dirigir el desarrollo y progreso del país.
No hay condiciones objetivas para construir el socialismo en El Salvador debido a su atraso económico pero si las hay a nivel internacional. Si el nuevo gobierno del FMLN se basa en la movilización de las masas, que mostraron su gran potencial revolucionario, puede asestar golpes tremendos a la burguesía expropiando las industrias clave, la banca y las grandes concentraciones de tierra poniéndolas a funcionar bajo control democrático de los trabajadores. Esto permitiría establecer una economía planificada y sería un ejemplo para otras revoluciones que podrían seguir los pasos del pulgarcito de América e iniciar la construcción de una federación socialista de América Latina.
La fiesta ha empezado, las masas que han dejado en el camino a 30 mil muertos en 1932, a más de 70 mil en la década del 80, que han realzado insurrecciones y huelgas generales heroicas a lo largo de la historia, ahora exigirán que su gobierno sea radicalmente diferente a todos los gobiernos burgueses anteriores. Ahora exigirán derecho a la sindicalización, a la vivienda, a la educación, a la salud, empleo, buenos salarios... La burguesía presionará a nuestros dirigentes en sentido opuesto para evitar los cambios y la perdida de sus enormes privilegios basados en la propiedad privada de los medios de producción.
Una vez más el pueblo salvadoreño mostró su enorme potencial revolucionario, la burguesía está abatida y se demostró claramente que se les puede derrotar. Llamamos a Mauricio Funes, a Sánchez Cerén y la dirección del FMLN a romper con la burguesía, apoyarse en la enorme fuerza que representa el pueblo salvadoreño e iniciar la transformación radical de la sociedad. En la época de decadencia capitalista dentro de un pequeño país dependiente solo hay solución en base a un programa socialista e internacionalista.
Los marxistas del FMLN agrupados en el BPJ seguiremos luchando porque nuestro gobierno no le haga concesiones a la burguesía e inicie la revolución socialista de la sociedad por la que dieron su vida decenas de miles de obreros y campesinos de nuestro país de quien seguimos su ejemplo y a los que no podemos defraudar.