Milaka palestinarrek Nahr al-Baredetik alde egin behar izan dute, Libanoko iparraldean aurkitzen den errefuxiatu eremutik. Fatah al-Islam eta ejertzito libanoarraren arteko borroken ondorioz errefuxiatu palestinarrak sufrimendu gehiago pairatzen ari dira.

El campo de refugiados, situado 16 kilómetros al norte de Trípoli cerca de la carretera costera, fue creado por la Cruz Roja en 1949 para albergar a los refugiados palestinos de la zona del Lago Huleh. Ahora, según el ACNUR, la agencia que se ocupa de los refugiados palestinos, en él viven 40.000 personas en un kilómetro cuadrado y con escasez de suministros. El agua es la cuestión más apremiante, pero pronto también lo serán las medicinas y los alimentos.
Desde el domingo han muerto más de 80 personas y cientos han resultado heridas en la peor violencia interna del país desde la guerra civil de 1975-1990. “El bombardeo del ejército sobre las posiciones de Fatah al-Islam ha sido brutal y desgraciadamente un número importante de proyectiles han caído sobre las casas de los refugiados”, estas eran las palabras de Hajj Rifaat, portavoz de Fatah. “Han cortado la electricidad, no hay demasiada agua y las panaderías están cerradas”.
Según Zeina Khodr de Al Jazeera: “Los civiles están siendo evacuados en autobuses repletos… algunos de los que escapan están heridos y necesitan tratamiento médico urgente. Se les está llevando a los hospitales de Trípoli”.
Omar Keenan, médico de uno de los centros médicos del campo, le dijo al periodista: “La situación era desastrosa. Ha habido varias bajas. Necesitamos sangre, nuestro banco de sangre está vacío. Estamos operando en el suelo. Estos centros médicos están bajo el fuego y la gente suplica pidiendo ayuda. No somos capaces de hacer frente a la situación. Las bajas se cuentan por cientos. Estamos preocupados ante la posibilidad de extensión de las enfermedades porque los sistemas sanitarios están colapsando”.
Un convoy de ayuda de la ONU fue atacado al norte del Líbano cuando intentaba entrar en Nahr e-Bared el martes, según decía un funcionario posiblemente haya bajas. El funcionario del ACNUR dijo que un camión de medicamentos y un tanque de agua cayeron entre las líneas de Fatah al-Islam y el ejército libanés, que disparó al convoy. “El ejército atacó la posición donde estaba el camión y el tanque. El ejército sabía que estábamos allí”. Esto es lo que el funcionario de la ONU le dijo a un reporte de Associated Press por teléfono.
Funcionarios de la ONU en el campo de Beddawi a unos 10 kilómetros de distancia, esperaban que esa noche llegaran 10.000 refugiados. Esta marea humana de refugiados palestinos son los que fueron expulsados por Israel en 1948 y temen que el ejército libanés destruya el campamento.

Los imperialistas apoyan los asesinatos

Ban Ki-moon, el secretario general de la ONU, el nuevo sirviente del imperialismo estadounidense que no ha abierto la boca mientras Israel bombardeaba Gaza, ha exigido el final de los ataques de Fatah al-Islam contra el ejército libanés. “Estas acciones constituyen un ataque a la estabilidad y soberanía de Líbano, ha puesto seriamente en peligro a los civiles. Debe detenerse inmediatamente”, estas son las declaraciones de Michele Montas, portavoz de Ban. ¿Y qué pasa con los civiles y el ataque al convoy de la ONU? Ni una sola palabra.
Igualmente, la Liga Árabe, que hace sólo una semana hablaba sobre la necesidad de mantener la estabilidad en la región, ha condenado los “actos criminales y terroristas” cometidos por este grupo “terrorista” de Fatah al-Islam contra el ejército y las fuerzas de seguridad libanesas. Además añadió que apoyaba los esfuerzos del gobierno libanés para acabar con este “grupo de criminales”.
Según el periódico israelí Haaretz, el martes la Liga Árabe prometió ayuda militar al ejército libanés en una reunión especial celebrada en El Cairo. En una declaración posterior, los embajadores de los estados miembros de la Liga Árabe dijeron: “El consejo de la Liga Árabe… agradecía a los estados árabes que han proporcionado ayuda y equipamiento militar al ejército y fuerzas de seguridad libanesas”. ¿Por qué el ejército libanés necesita esta ayuda si Fatah al-Islam es sólo un pequeño grupo? Ninguna explicación.
Javier Solana, el responsable de la política exterior de la UE, también defendió las acciones del ejército libanés en el campo de refugiados, ya que Líbano estaba luchando contra un “grupo terrorista”. El Departamento de Estado norteamericano declaró que está considerando dar ayuda económica al ejército libanés. “Estamos considerando una petición de ayuda adicional que nos ha llegado del gobierno libanés. Las fuerzas armadas libanesas están realizando una lucha contra un grupo brutal de extremistas violentos”, esto es lo que dijo Sean McCormack, portavoz del Departamento de Estado, El domingo, el periódico libanés The Daily Star, recogía las declaraciones de varios seguidores del derechista Movimiento Futuro que viven cerca del campamento y expresaron su “disposición a ayudar al ejército”.
¿Por qué los imperialistas y sus títeres están dispuestos a destruir este campo de refugiados donde se encuentra un pequeño grupo que a lo sumo tiene 200 militantes islámicos? Fuentes de seguridad dijeron el lunes que habían matado a 25 de estos militantes y detenido a otros 40. El ejército dijo que en la batalla habían muerto 30 soldados y publicaban las fotografías de 19 de ellos. En el momento actual ya hay más militantes de Fatah al-Islam muertos.
Los funcionarios del gobierno han expresado preocupación (¿o esperanza?) ante la posibilidad de que los enfrentamientos inicien una reacción en cadena en los otros 11 campos de refugiados que hay en Líbano. No obstante, si esto ocurre seguramente será debido a los asesinatos de civiles perpetrados por el ejército y no debido a la fuerza de este grupo cuyos miembros se limitan sólo a Nahr al-Bared.
Se sabe muy poco sobre este grupo suní liderado por Shaker Abssi, un palestino buscando tanto en Siria como en Jordania. Abssi estuvo tres años encarcelado en Siria en 2003. Damasco después emitió otra nueva orden de arresto contra él. Este grupo se opone a los principales grupos políticos palestinos y no tiene nada que ver con Hezbolá. Abssi se supone que tiene vínculos con Abu Musab al-Zarqawi, el líder jordano de al Qaeda en Iraq. En 2004 un tribunal militar jordano condenó a muerte a Abssi por su supuesta implicación en el asesinado de Laurence Foley, un diplomático norteamericano, en Amán en 2002. Las declaraciones de Fatah al-Islam han aparecido en páginas web islamistas conocidas por publicar las de al Qaeda. Sin embargo, muchas personas sospechan que al Qaeda en este caso es sólo una excusa.
Fatah al-Islam ha dejado claro que su principal interés no es el regreso de los refugiados palestinos y sus descendientes a Israel. Su propósito es introduce una interpretación tipo talibán del Islam en Líbano, donde los chiíes, cristianos, drusos e incluso los suníes moderados son considerados como “infieles” y así queda legitimado su asesinato. En otras palabras, sus objetivos es potenciar los enfrentamientos étnicos y religiosos como en Iraq, algo que sólo sirve a los intereses del imperialismo norteamericano. Actúan más como agentes provocadores empujando hacia una guerra civil que como un grupo palestino militante. Entre funcionarios del servicio de inteligencia que investigan el asesinato del ex – primer ministro Rafik Hariri hace dos años, el dedo acusador se dirige directamente a Fatah al-Islam.
Desde el pasado mes de noviembre, han comenzado a llegar no libaneses a las montañas al norte de Trípoli y al principal campo de refugiados palestino, en la segunda ciudad más grande del país. Las autoridades han dicho que los campamentos, en particular Nahr al-Bared, están infiltrados por militantes islámicos salafistas, sin relación con la causa palestina. Entre estos extranjeros surgió este grupo denominado Fatah al-Islman. Estableció su base en medio de Nahr al-Bared, una zona donde no podía pasar el ejército libanés ni la policía y con acuerdos de autonomía firmados con los dirigentes palestinos hace casi cuarenta años.
El gobierno libanés, por supuesto, intenta vincular a Fatah al-Islam con los servicios de inteligencia sirios. Ahmad Fatfat, un ministro libanés, dijo que la violencia del domingo formaba parte de los intentos de sabotear la creación de un tribunal internacional para juzgar a los sospechosos del asesinato de Hariri. Pero Siria ha rechazo estas acusaciones diciendo que había intentando arrestar a los líderes de este grupo.
El ministro de exteriores sirio, Walid Moualem, en una conferencia en la Universidad de Damasco dijo lo siguiente: “Nuestras fuerzas han estado detrás de ellos, incluso a través de la Interpol (…) Rechazamos esta organización. No sirve a la causa palestina y no defiende la liberación palestina”. El ministro de interior sirio hizo también declaraciones sobre los dirigentes de Fatah al-Islam, negando los vínculos con este grupo después de las dos bombas del pasado marzo contra dos autobuses en Beirut. ¿Por qué Siria que está buscando la “paz” con Israel, eso significa paz con los imperialistas que quieren romper la relación entre Siria, Irán y Hezbolá, arriesgaría todo por apoyar a este grupo?
Abu Salim, líder del grupo que niega la pertenencia de este grupo a al Qaeda, dijo que a pesar de ser jóvenes eran muy expertos: “Tenemos antiguos militares y muchos de nosotros luchamos en Iraq contra las tropas norteamericanas”. Según él, este grupo incluye a antiguos soldados de Jordania, Siria y Líbano.
Aunque por supuesto no sabes si este grupo está o no relacionado con al Qaeda, lo que sí está claro es que los imperialistas y sus títeres en la región están utilizando las acciones de este grupo como pretexto para atacar el campo de refugiados palestinos.
La realidad es que las elites gobernantes en el campo pro-imperialistas están temblando como resultado de la creciente inestabilidad que existe en la región y que tiene como origen la derrota de EEUU en Iraq y de Israel en Líbano. No obstante, esto no explica el ataque tan feroz contra el campamento de refugiados. Puede que sea una posible preparación para una guerra contra Siria a la que pueden culpar de apoyar a este grupo. El mes pasado, cuatro miembros sirios de Fatah al-Islam fueron detenidos por las autoridades libanesas acusados de los atentados contra los dos autobuses que provocaron tres muertos y 20 heridos.
Fatah al-Islman, según fuentes occidentales, se formó como una rama de la Sublevación Fatah Palestina con base en Damasco. Sin embargo, el 19 de marzo en Nahr al-Based quedó claro que ente Fatah al-Islam y Sublevación Fatah no sólo no había relación sino que eran enemigos.
Puede que sea un preparativo de un ataque masivo contra los campos de refugiados palestinos en Líbano, donde muchos apoyan a Hamás. Desde que Hamás llegó al poder en los Territorios Palestinos en enero de 2006, los campamentos de refugiados de Líbano han sufrido la peor crisis económica en años. Los 12 campamentos de refugiados que hay en la región conocida como Campo Líbano están sufriendo problemas serios. No hay infraestructura adecuada, masificación, pobreza y paro. El Campo Líbano tiene el mayor porcentaje de refugiados palestinos que viven en la abyecta pobreza.
Unos 2.000 estudiantes, dos tercios de los palestinos con educación superior, no han conseguido matricularse este año en las universidades libanesas. Simplemente no pueden pagar las tasas porque no reciben dinero de Fatah, cuyos ingresos están retenidos por el boicot occidental contra el gobierno de Hamás. La desesperación de los refugiados palestinos se deja sentir en los 12 campamentos y el gobierno teme una insurrección.
“Lo que está ocurriendo es una masacre” decía Bilal Aslan a unos periodistas, él es comandante de Fatah, la mayor fracción palestina dentro de Nahr al-Bared y un rival secular de Fatah al-Islam. Además añadió: “La situación es trágica y no puede continuar así. Tenemos muchos heridos que no pueden ser llevados a los hospitales. Dos heridos se han desangrado hoy cuando quedaron atrapados en el campamento. La mayor crisis es el agua. Si no conseguimos que entre agua al campo la situación será un desastre para los civiles”.
Aslan dijo que: “aunque el ejército libanés ha hecho algunos avances no creemos que Fatah al-Islam esté al borde de la derrota”, dicen que hay células durmientes fuera del campo que todavía no se han activado. Además añadió que “Fatah tenía órdenes de disparar a Fatah al-Islam sólo cuando fueran atacados, pero advirtió que si continuaban las muertes de civiles esto podría llevar a una insurrección de los palestinos en otros campamentos”.
La furia entre los palestinos se está ya extendiendo. Enfurecidos por el ataque a Nahr al-Bared han quemado neumáticos en otros tres campamentos. Hay protestas en Ain el-Hilweh, el mayor campamento de refugiado de palestinos en Líbano, en Rashidiyeh y en Beddawi. Las principales fracciones palestinas, incluidas Fatah y Hamás, se han distanciado de Fatah al-Islam y lo han denunciado, avisando de los peligros para los civiles. Sin embargo, la situación en Beddawi podría obligarles a enfrentarse al ejército y esto podría llevar a una nueva guerra civil. En Líbano viven 400.000 refugiados palestinos, más de 215.000 en los 12 campamentos de refugiados y constituyen el 10 por ciento de la población.
Es evidente que Líbano atraviesa una crisis política y económica profunda. Una situación donde el gobierno tiene escaso control y legitimidad a los ojos de la mayoría de los libaneses y Hezbolá, el ganador de la pasada guerra contra Israel todavía es la fuerza política más popular del país, en enero se negó a derribar al gobierno, justo en el momento de la mayor movilización de masas de la historia de Líbano. Estamos ante una situación clásica de un ejército dispuesto a dar un golpe de estado como un intento desesperado de estabilizar la situación en interés de los imperialistas.
El gobierno Seniora ha jurado tomar “todas las medidas necesarias” para restaurar el orden después del combate. El gobierno también ha pedido a EEUU una ayuda militar de 280 millones de dólares para sofocar la insurrección. Unos 220 millones irían a las fuerzas armadas libanesas y otros 60 millones a las fuerzas de seguridad, según el portavoz de Washington. Además añadió que EEUU aumentaría la ayuda aunque no especificó que tipo de ayuda sería.
¿Por qué se envía tanto dinero al gobierno de Seniora y al ejército para luchar contra un grupo de 200 personas cuando la mitad ya están muertas o capturadas? Detrás de esta petición evidentemente hay algo más, se trata del peligro real de un golpe militar y una nueva guerra civil.
Esta es una advertencia seria para la clase obrera y la juventud revolucionaria de Líbano. A menos que la clase obrera y las masas se movilicen, que creen una dirección revolucionaria, en Líbano existe el peligro de un gobierno militar y una nueva guerra civil.
Los que nos consideramos marxistas debemos ir a las filas del Partido Comunista, el partido obrero más importante de Líbano, y luchar por dotar a este partido de una genuina perspectiva socialista revolucionaria, luchar para que se transforme en un partido revolucionario basado en las ideas, métodos y programa de Lenin y Trotsky. “Socialismo o barbarie”, no es una perspectiva abstracta y lejana en Líbano. Las masas en Líbano se enfrentan hoy a estas dos opciones.