Iragan den martxoaren 2an milioi eta erdi pertsonatik gora atera ziren kalera Portugalgo hirietan murrizketekin amaitzeko eta Passos Coelhoren gobernu kontserbadoreak dimisioa eman dezan eskatzeko. Finantza-erreskatearen ondoren, herrialde honek etengabeko herstura plan bortitzak jasan ditu eta depresio ekonomikoan murgilduta dago Greziaren antzera. Azken urtean BPGa %3,2 jaitsi da, langabezia %11tik 17ra igo da eta pobrezia gizartearen %25era iritsi da.
El pasado 2 de marzo, más de un millón y medio de personas salieron a la calles de decenas de ciudades de Portugal para exigir el fin de los recortes y la dimisión del Gobierno conservador de Passos Coelho. Tras el rescate financiero a este país y los constantes y brutales planes de ajuste, Portugal se ha hundido definitivamente en una depresión económica siguiendo los pasos de Grecia. En el último año el PIB se ha contraído un 3,2 %, mientras el paro subía del 11 al 17 % y la pobreza se extendía entre el conjunto de la población alcanzando al 25 % de la misma.
La protesta, convocada por la Plataforma “Que se fastidie la Troika”, se ha enmarcado en una semana de lucha contra la visita de miembros del FMI y la Comisión Europea para fiscalizar el cumplimiento por parte del Gobierno de los criminales planes de ajuste que llevan al país a la ruina. La masividad de la movilización del 2 de marzo, que prepara lo que será una celebración histórica del próximo aniversario de la revolución de abril de 1974, ha sido precedida de numerosas acciones de protesta en la que grupos de manifestantes interrumpían a miembros del gobierno, incluida la intervención quincenal del primer ministro Passos Coelho en el Parlamento, cantando “Grandola, Vila Morena”, himno de la Revolución de los Claveles de 1974 que acabó con la dictadura salazarista tras casi 50 años.
Las manifestaciones de este fin de semana han sido las más multitudinarias desde que comenzó la crisis, participando directamente en las mismas un 15 % de la población. Bajo el lema “El pueblo es el que ordena”, estrofa del himno “Grandola, Vila Morena”, jubilados, trabajadores, sanitarios, profesores, estudiantes, parados, sindicatos y partidos de la izquierda, y militares, recorrieron las calles de Lisboa, Oporto y más de una treintena de ciudades. Miles de personas portaban rosas evocando las famosas imágenes de la Revolución de los Claveles, cuando el pueblo confraternizando con los soldados derroco la dictadura de Marcelo Caetano.
Diversas asociaciones de militares llamaron a sus miembros a participar en las manifestaciones y protestas, declarando el coronel Manuel Gracel, de la Asociación de Oficiales de las Fuerzas Armadas (AOFA) que “los militares estamos al lado del pueblo, es nuestra razón de ser”. También llamó a participar en las protestas, convocando a sus afiliados, el principal sindicato del país, la CGTP, que organizó en 2012 dos huelgas generales seguidas masivamente contra los planes de ajuste del Gobierno, y cuyo Secretario General, Armenio Carlos pidió la dimisión del Gobierno por carecer de “legitimidad política, moral y ética”.
Las manifestaciones finalizaron en las plazas centrales de las principales ciudades del país con el canto colectivo del famoso himno “Grandola, Vila Morena”, que se ha convertido en un auténtico símbolo de la resistencia de los portugueses a los brutales planes de ajuste impuestos por el Gobierno, retomando el espíritu revolucionario de aquellas jornadas de 1974, tal y como indicaba un cartel que portaba una de las manifestantes: “El 25 de abril que hizo mi padre lo voy a tener que volver a hacer yo”. Esta vez la revolución deberá barrer definitivamente el sistema capitalista para que la estrofa de aquel himno, “El pueblo es el que ordena”, se haga finalmente realidad.