Wisconsinen gobernadore errepublikarrak sindikalgintzaren aurkako neurri gogorrak hartu nahi izan ditu eta onartu ere egin dira. Baina neurri berriek mobilizazioak geldiarazi ordez, areagotu egin ditu.
El proyecto de ley que impulsaba el gobernador Scott Walker (Republicano) de ajuste del presupuesto estatal y que implica una serie de recortes a los derechos sindicales, incluyendo la restricción del derecho a la negociación colectiva y un duro golpe a las finanzas de los sindicatos del sector público y que ha sido asumida por la mayor parte la población como una lucha por doblegar el último resquicio de las organizaciones sindicales de los EEUU, luego que desde 2009 los sindicatos de trabajadores y trabajadoras públicas agrupen en números totales a más personas que los del sector privado, ha sido finalmente aprobada el pasado 11 de Marzo. Contrario a lo que podría haber pensado Walker, lejos de desmoralizar al movimiento, le ha dado un nuevo impulso. Incluso se han dado declaraciones de dirigentes de la central sindical AFL-CIO respecto a cómo esta lucha ha significado poner de nuevo sobre la mesa la necesidad de la organización sindical y la necesidad de la lucha unificada y organizada por defender y conseguir nuevas conquistas. La AFL-CIO también ha anunciado su intención de organizar un referéndum para revocarle el mandato a Walker. Así, se abre un nuevo compás en la lucha de clases que se libra en los EEUU entre los intereses de las grandes corporaciones y los de la clase trabajadora.
Aprobada la ley, pero la lucha continúa
El pasado viernes 11 de Marzo el gobernador de Wisconsin, el republicano Scott Walker, firmaba el decreto que daba el carácter de Ley a su proyecto de reforma del presupuesto del estado. Esto luego que el miércoles 09 los senadores republicanos al parlamento regional aprobaran la controvertida propuesta, desafiando a los cientos de manifestantes que ocupaban el capitolio desde mediados de febrero. Para saltarse la paralización a la que los sometía la ausencia de los senadores demócratas, los republicanos aprobaron sólo la parte anti-sindical, aduciendo que el quórum era solo necesario para aprobar los duros recortes en gasto social que incluye el proyecto y que quedan pendientes. La policía arremetió contra los manifestantes que ocupaban el capitolio, forzando el desalojo.
Lejos de desmoralizar y paralizar al movimiento, las protestas y manifestaciones a todo lo largo y ancho del llamado Medio Oeste norteamericano se han incrementado y pasado a un nuevo nivel. La agencia de noticias Associated Press reportaba el jueves 10 que los manifestantes dentro del capitolio abuchearon con gritos de "¡Vergüenza! ¡Vergüenza!" El senador demócrata Mark Miller declaraba al New York Times que "en 30 minutos, 18 senadores estatales han deshecho 50 años de derechos civiles", a lo que agregó "Su irrespeto por el pueblo de Wisconsin y sus derechos es un escándalo que no será olvidado".
Desde mediados de febrero, cuando se planteó esta ley, los maestros y maestras habían iniciado una huelga primero en la capital Madison que luego se extendió a todo el estado y más allá. El mismo día que era anunciada la firma del decreto de Ley, los liceístas en Madison salieron a la calle, en lo que era el segundo día de manifestaciones estudiantiles. Ese mismo día la federación sindical AFL-CIO anunció que iniciaría todas las acciones posibles hasta lograr la revocatoria del mandato de Walker, e incluso se empieza a rumorear de la posibilidad de una huelga general en todo el estado de Wisconsin que de seguro se extendería a otros estados en situación similar como Indiana, Ohio, Nueva Jersey, etc. Vale señalar que una huelga general no se vive en Wisconsin desde 1934. Esta propuesta había sido aprobada previo al 10 de marzo por la Federación Centro Sur del Trabajo de Wisconsin y también fue secundada por Joe Conway, presidente del Local 311 de Madison de la Asociación Internacional de Bomberos.
El sábado 12 de Marzo se dio la mayor manifestación de la historia reciente de Madison, capital del estado de Wisconsin. De acuerdo a cifras reportadas por Reuters por la propia policía local, entre 85 y 100 mil personas se congregaron en los alrededores del capitolio (sede del parlamento regional), en una movilización que incluyó a los campesinos del estado, quienes movilizaron incluso unos 50 tractores hasta el lugar.
De acuerdo a lo reportado por The Canadian Press, los discursos de los manifestantes fueron airados y llamando a continuar la lucha. Por ejemplo, Judy Gump, una profesora de inglés de 45 años dijo "Esto no es el fin. Esto es lo que hace que la gente tome más determinación y se involucre más [en la lucha]". Marilyn Rolfsmeyer, una profesora de arte de 56 años, dijo "¡Nunca vamos a rendirnos! ¿Qué parte de esto es lo que no entienden? Hay esperanza, puedo sentirlo. Se siente la energía, la intensidad."
Entre los campesinos que acudieron en apoyo a esta lucha podían leerse carteles en camiones que usualmente transportan estiercol "¡La ley de Walker debe ir acá!" Tod Pulvermacher, un campesino de 33 años, se dirigió a la manifestación declarando "Los campesinos somos trabajadores americanos. Trabajamos por nuestro sustento tan duro como cualquiera y este asunto nos toca a todos".
Junious Ricardo Stanton, en un artículo publicado el pasado 11 de marzo por el diario dirigido al público afroamericano San Francisco Bay View titulado "La lucha de clase en los EEUU se caldea" cita un reporte del pasado 22 de Febrero presenta con toda la crudeza lo que está sucediendo: "En la actualidad, 16 estados están pensando o se espera que planteen leyes para recortar los derechos y beneficios sindicales, incluyendo Nueva Jersey, Michigan, Tennessee, Idaho, Indiana y Florida. Este tsunami de desprecio que tienen los estados controlados por republicanos contra los sindicatos marca más que un puño ciego de poder y más que una ruptura violenta del consenso bipartito en el gobierno sobre los sindicatos y los trabajadores que ha operado por más de cuatro décadas. De tener éxito, este ataque republicano sobre los sindicatos erradicará la existencia de los pocos jugadores influyentes en nuestro sistema político que representan los intereses de la clase media y trabajadora Americana." En dicho artículo, el autor denuncia que mientras Walker aduce el déficit fiscal del estado para impulsar los recortes presupuestarios y sus ataques a los sindicatos, a menos de dos semanas de haber asumido la gobernación, Walker aprobó recortes de impuestos a las grandes corporaciones que financian a su partido por más de $117 millones. Recordemos que el déficit del estado es de ¡$137 millones!
Otros estados enfrentan la misma lucha
En Indiana, otro de los estados donde los derechos sindicales están bajo ataque bajo la misma cobertura de "higiene fiscal", el pasado jueves 10 de marzo se dio una multitudinaria manifestación en su capital, Indianápolis. De acuerdo a Jessica D'Onofrio, de Indiana News, las protestas del jueves pasado han sido de las más numerosas en la historia del estado. A las protestas acudieron en masa los trabajadores metalúrgicos. Sherry Schultz, trabajadora de la acería US Steel por más de 13 años, declaró "Van a recortar nuestros salarios enormemente al ya no tener derecho a la negociación colectiva y se sentirán libres desde hacer lo que quieran con nosotros de la manera que se les antoje."
Robin Rich, del Sindicato de Trabajadores Siderúrgicos señaló que "Los políticos de Indiana a cargo del parlamento regional han propuesto una serie de pésimas leyes. Estas leyes básicamente buscan eliminar el derecho de los trabajadores de tener voz sobre su trabajo y negociar colectivamente sobre sus condiciones de trabajo y salarios, y estas leyes, especialmente la mal llamada Ley por el Derecho al Trabajo, debilitaría a los sindicatos y reduciría nuestros salarios". Rich también señaló que entre los trabajadores que acudieron a Indianápolis desde la ciudad de Gary habían trabajadores sindicalizados de diferentes sectores. "Tenemos trabajadores hospitalarios, maestros, trabajadores de la construcción, siderometalúrgicos, gente de todos los sectores unidos para decir que ya basta" a lo que agregó "Vamos a permanecer unidos. No van a poder dividirnos".
En la actualidad, el ojo del huracán parece moverse hacia Ohio, según señalan algunos medios estadounidenses. El pasado 09 de marzo, en la capital Columbia, miles de manifestantes rodearon las instalaciones del capitolio luego que la semana anterior se aprobara 17 votos a favor y 16 en contra una ley parecida a la de Wisconsin que ataca duramente los derechos y beneficios sindicales de los trabajadores públicos. Dicha ley sólo permite negociaciones colectivas referentes a salarios, mientras que los beneficios de salud, planes de pensiones, horas de trabajo, tiempo de vacaciones, condiciones generales de trabajo y demás quedan fuera de toda posible discusión. Las huelgas quedan prohibidas para el sector público y en caso de no llegar a un acuerdo, el cuerpo legislativo municipal o estadal con jurisdicción en el caso sería quien decida las condiciones, sin derecho a pataleo.
De acuerdo a varios reportes, en la movilización de Ohio no sólo participaron sectores organizados del movimiento sindical, sino que incluso atrajo a trabajadores que antes no se habían inclinado por pertenecer a un sindicato. Ronda Kenneman, una empleada pública ya jubilada luego de 31 años de servicio, declaró que "Nunca antes he sido miembro de un sindicato, pero acá estoy, luchando por los derechos de todos. Estoy acá por nuestro derecho a tener voz. Estoy acá luchando por toda esa gente maravillosa con la que he trabajado, que ha dado su vida, sus habilidades y talentos a este maravilloso estado".
En Nueva Jersey la cosa no es muy distinta, con el gobernador republicano Chris Christie que también quiere aprobar recortes a los derechos y beneficios sindicales.. En Pensilvania se repite la situación, aunque el gobernador Tom Corbett no se ha atrevido a ir tan lejos como sus contrapartes de Ohio y Wisconsin. En Florida, también se repite la misma escena. El pasado 09 de Marzo, cientos de trabajadores incluyendo maestros, bomberos, policías, trabajadores de la salud, trabajadores portuarios, entre otros, se dieron cita en el Mahi Shrine Auditorium en Miami, Florida, para protestar contra las distintas propuestas que hay en la agenda legislativa del parlamento regional que de facto pretenden no solo mermar los derechos sindicales sino también su influencia e incluso su propia existencia. El primer objetivo son los sindicatos de maestros, el principal grupo de trabajadores públicos, pero también quieren aprobar una ley que elimina el descuento de las cuotas sindicales a los trabajadores afiliados y le prohíbe a los sindicatos involucrarse en campañas o actividades políticas. Curiosamente, aunque para nada sorprendente, no todas las leyes que atacan los derechos sindicales en Florida están siendo promovidas por los republicanos. Senadores demócratas también se están prestando al juego, como es el caso de Jeremy Ring, quien ha propuesta la Senate Bill 1130 que impone un mayor aporte por parte de los trabajadores a los fondos de pensión.
Aprovechar el momento: Sindicatos deben convocar una huelga general a nivel nacional
Como lo señaló Richard Trumka, presidente de la federación sindical AFL-CIO, al irónicamente agradecerle al gobernador Walker el haberle dado un reimpulso al movimiento sindical a lo largo y ancho del país, el movimiento contra los recortes a los derechos y beneficios sindicales está ganando cada vez mayor momento. No sólo se trata de las acciones de solidaridad de trabajadores en estados que enfrentan la misma realidad, como el caso de Indiana, Ohio, Nueva Jersey, etc. Incluso, no sólo se están movilizando las y los trabajadores públicos, sino que ha llamado a la lucha los sindicatos del sector privado. Adicionalmente, esta lucha está atrayendo a la acción a sectores de trabajadores y trabajadoras aún no organizados sindicalmente e incluso a jubilados y jubiladas. Las y los estudiantes también se están movilizando, tanto a nivel medio como universitarios. Sectores de la denominada intelligentsia y la pequeña burguesía también se han mostrado favorables a la lucha de los sindicatos. Es una oportunidad que no se puede dejar pasar.
La AFL-CIO y todos los sindicatos, principalmente en los estados más afectados, deben convocar de inmediato una huelga general. Mientras los senadores demócratas prometen movilizarse para revocar los mandatos del gobernador Walker o de algunos de los senadores republicanos en un año, la necesidad de actuación por parte de la clase trabajadora es inmediata. Los distintos locales sindicales a lo largo y ancho de estos estados y en general de todo el país deben organizar comités de huelga a nivel de cada condado, municipio y estado para organizar no solo la huelga, sino también arrebatar la gestión efectiva del poder de las manos de los republicados ¡y de los demócratas! No se puede dejar pasar esta ocasión y la lucha debe pasar a otro nivel. Ya las simples manifestaciones no son suficientes y la clase trabajadora debe demostrar que no necesita de los parásitos capitalistas para gestionar la sociedad.
¡Viva la lucha de las y los trabajadores norteamericanos!