Un nuevo ataque del gobierno de Peña Nieto en contra de los trabajadores mexicanos se concreta con el aumento a la gasolina que entrará en vigor a partir del 1 de enero de 2017. Los aumentos van desde un 14,2% para la gasolina magna, hasta un 20,1% para la Premium dependiendo las zonas del país. Esto es parte de la llamada liberalización de precios de las gasolinas, mediante el cual el Estado retira por completo el subsidio que existía para las mismas, y que poco a poco se fue eliminando a través de los gasolinazos aplicados desde 2012.
En estos últimos cuatro años, el precio de la gasolina ha aumentado en un 60%. Con ello, el precio de la gasolina, como el de cualquier otra mercancía, se establecerá de acuerdo a la oferta y la demanda, y en sintonía con los precios internacionales. En febrero se planteará un nuevo aumento y a partir de ahí, los incrementos serán semanales y luego diarios. La Ley de Ingresos de la Federación para 2017, así como la Ley del Impuesto Especial a Productos y Servicios (IEPS) considera un aumento total de la gasolina de hasta el 27% para el año que inicia.
El trasfondo de todo ello es el avance en la privatización de PEMEX, y que ahora afecta al transporte y almacenaje de petrolíferos, para lo cual el gobierno espera una inversión de 10 mil millones de dólares (mdd) de parte de múltiples empresas nacionales y extranjeras. El negocio es muy grande: al día de hoy, el 65% de la gasolina que se consume en México proviene del extranjero. El transporte de esta gasolina ahora quedará en manos de empresas privadas. Lo mismo que las estaciones de servicio, que se espera pasen de una por cada 10.560 habitantes a una por cada 5.158, es decir, duplicar el número de estaciones actual (El Financiero, 22/12/2016). El aumento de los precios responde entonces a la ganancia que acumularán estas empresas a las cuales el gobierno está entregando a manos llenas la industria petrolera.
Y una vez más, somos los trabajadores quienes pagamos las consecuencias de la privatización de los energéticos. Este 2016 terminó con una inflación del 3,41%, en buena medida debido a los aumentos en la electricidad, gas y la misma gasolina.
La lucha en contra de la privatización de los energéticos
En las redes sociales han circulado múltiples llamados al boicot y cierre pacífico de gasolineras, para mostrar el rechazo a este ataque. Estas medidas son correctas, pero resultan insuficientes si no son acompañadas de la más amplia propaganda y difusión en los barrios, centros de trabajo, escuelas, etcétera, además de la movilización, explicando que la lucha en contra del aumento a la gasolina debe transformarse en la lucha contra la privatización de PEMEX y los energéticos en su conjunto. En cuanto se dio el anuncio de los aumentos, maestros de la CNTE en Chiapas se dieron cita para el cierre de algunas gasolineras, ligando acertadamente esta lucha con la que el magisterio lleva a cabo en contra de la reforma educativa. ¡Debemos vincular todas las luchas en contra de las reformas estructurales y el gobierno de Peña Nieto!
En muchos lugares de la Ciudad de México y la zona metropolitana, así como en otros lugares del país, ya se han organizado comités en las colonias en defensa de la energía eléctrica, ante el avance de la privatización de este recurso. Para los trabajadores ha quedado claro que, más allá de la defensa legal en tribunales que controla el mismo gobierno que está llevando a cabo la privatización, es la organización y la lucha en las calles lo que evitará que estos ataques continúen. Debemos defender el petróleo impulsando la creación de comités en defensa de los energéticos, donde participemos amas de casa, trabajadores, jóvenes, campesinos, coordinando las acciones con todas las organizaciones de la izquierda que lucha, y unificando la protesta hasta converger en una gran huelga general contra los recortes las privatizaciones y las políticas antiobreras del gobierno de Peña Nieto.
¡Por una huelga general en contra de la privatización de los energéticos!
¡Los sindicatos y organizaciones de izquierda deben sumarse a la lucha!