Azaroaren 15ean Marokoko Irakasle Lizentziatuen Koordinadora Nazionalak greba mugagaberako deia egin zuen irakasle lizentziatuen aurkako murrizketen eta soldata jaitsieren aurka. 5000 irakasle inguru atera ziren Rabat hiriburuan.

El 15 de noviembre la Coordinadora Nacional de los Profesores Licenciados de Marruecos, nacida en 2009 de una escisión del Sindicato de Profesores Unión Marroquí del Trabajo (UMT), convocó una huelga indefinida contra el decreto que excluye a los profesores licenciados designados en el curso 2012/13 de la promoción de la escala 9 a la escala 10, con una rebaja salarial de alrededor del 20%, después de varios días de negociaciones con el Ministerio de Educación.

Aproximadamente 5.000 profesores llegaron a la capital, Rabat, provenientes de diferentes ciudades del país para iniciar las acciones contra la ley. Los manifestantes, que llevan ya seis semanas de huelga en el momento de escribir este artículo [6 de enero] han confirmado que no abandonarán la capital hasta que consigan sus derechos legítimos y que están dispuestos a poner en práctica todas las formas de lucha. 


Los profesores han llevado su protesta a la sede del Parlamento, al Ministerio de Educación, al Ministerio de la Función Publica y a la sede del partido gobernante (el islamista Partido de la Justicia y el Desarrollo). Estas marchas se han convertido en una verdadera molestia para el gobierno, sobre todo porque las protestas de los profesores han coincido con otras manifestaciones de los licenciados en paro en la capital.

 

Salvaje represión

Ante el temor de que la situación escalara a un plano verdaderamente peligroso, la policía antidisturbios, que ha vigilado a los profesores en todas sus movilizaciones, ha cargado contra los manifestantes el 3 de diciembre después de una marcha a la sede del Gobierno y al Ministerio de la Educación. La carga ha dejado varios detenidos y decenas de heridos que han sido atendidos por sus compañeros ante la ausencia de atención médica. El 5 de diciembre se repitió la carga policial contra los profesores en una concentración frente a la sede de la Jefatura de Recursos Humanos del Ministerio de Educación. La política de palo y zanahoria, no desanimó a los manifestantes, que están determinados a seguir su lucha hasta el final, así que el gobierno ha recurrido a la estrategia de amenazar con recortar los sueldos de los profesores en huelga y de amenazarlos también con el despido si no regresan a sus puestos de trabajo, alegando ausencia no justificada. 


Este sector de la clase trabajadora marroquí no es el único que está sufriendo la precariedad de las condiciones del trabajo y los ataques de la burguesía de Marruecos a través de su gobierno, que los justifica por la crisis económica mundial. Es el caso de los funcionarios de la administración pública, que han convocado concentraciones en varias ciudades para el 6 de enero. Del mismo modo, los trabajadores de las minas de la región de Ouarzazat, que pertenecen al grupo Managen, del holding real que agrupa a las empresas participadas por Mohammed VI, llevan más de un año y medio de una lucha heroica que cuenta con el apoyo total de la población de la región.

Un régimen agotado

Todos estos ataques ocurren bajo el silencio cómplice de la dirección burocrática y oportunista de los sindicatos mayoritarios —UMT y Unión General de los Trabajadores de Marruecos (UGTM)—, que comparten muchos intereses con el Majzen (la clase dominante en Marruecos), como es el caso de Hamid Chabat, a la vez secretario general de la UGTM y del partido burgués nacionalista Istiqlal (Independencia). Estos dirigentes luchan solo por las migajas en el reparto de los superbeneficios de la burguesía marroquí.


Las movilizaciones que experimenta Marruecos muestran claramente el agotamiento de un régimen fracasado. Ninguna de las reformas y maniobras que ha adoptado el régimen después de las movilizaciones que ha habido tras la Primavera árabe ha mejorado la situación. Las reformas desde arriba no cambiarán nada en las condiciones de vida la clase trabajadora: el único camino para un verdadero cambio es la reorganización de los sindicatos desde las bases y la construcción de un partido revolucionario con una teoría marxista revolucionaria para acabar de una vez con la explotación y la precariedad.

 
Cookiek erraztuko digute gure zerbitzuak eskaintzea. Gure zerbitzuak erabiltzerakoan cookiak erabiltzea baimentzen diguzu.