El 5 de julio de 2006, cientos de trabajadores y estudiantes participaron en una manifestación en la capital de El Salvador contra el aumento de los precios del transporte público y la electricidad, en ella participaron miembros de la base de la izquierda del FMLN, organizaciones juveniles, trabajadores del comercio informal, etc.,
La respuesta del gobierno no fue diferente a la de otras ocasiones, las unidades antidisturbios (UMO) disolvieron a los manifestantes con balas de goma y gas lacrimógeno. Este ataque provocó la desbandada de la manifestación de una forma desorganizada cuando pasaba frente a los edificios universitarios.
Aprovechándose de la confusión reinante, un elemento ultraizquierdista disparó contra la UMO. Su acto fue grabado por una cámara de vídeo y se ha demostrado, pero no explica todo lo que ocurrió durante la manifestación. La versión oficial y más extendida es que la persona que disparó contra la policía desde dentro de la manifestación (Mario Belloso), y que fue el responsable de la muerte de dos oficiales. Este versión, aparentemente creíble, no es exacta. Uno de los disparos recibidos por la policía no llegó desde la posición donde se encontraba Belloso y es una prueba de que otra persona en la manifestación también disparó contra la policía. Estos disparos no procedían de la manifestación que en ese momento se estaba disolviendo, como se ha podido demostrar por las pruebas fotográficas y de vídeo. Testigos presenciales vieron a dos francotiradores en los tejados de edificios cercanos a la universidad. La posición de estos dos francotiradores se corresponde con la trayectoria de las balas que asesinaron a uno de estos policías. Uno fue disparado en la cabeza y el otro recibió también heridas mortales, otros cinco policías resultaron levemente heridos.
Pero lo más extraño de las declaraciones del alto mando de la policía, Ávila, como recoge la prensa del país, es que los manifestantes llevaban pistolas de largo y corto alcance, que "nunca podía imaginar que llevaran rifles", que sabían por "fuentes anónimas" que había elementos ultraizquierdistas armados en la manifestación, pero aún así, decidieron disolver la manifestación con balas de goma. Esto es obviamente absurdo. Pero lo más escandaloso es que después el mismo Ávila dice que a pesar de que habían visto a Mario Belloso esconderse en la universidad, decidieron no perseguirle para "¡respetar la autonomía universitaria!" En un país donde el número de muertos al día es mayor que en Iraq, donde a la policía no le importa violar cualquier derecho, con un gobierno tan represivo y degenerado como el de ARENA, ahora parece que la policía tiene escrúpulos y defiende la autonomía universitaria.
Todo esto demuestra que el régimen utilizó a un elemento ultraizquierdista como cortina de humo para tener la justificación necesaria y aprobar la ley antiterrorista días después de la manifestación. El único resultado de todo fue la criminalización de las luchas de los trabajadores, campesinos, estudiantes y del pueblo salvadoreño en general.
Casi un año bajo la ley antiterrorista
El 21 de septiembre de 2006, se aprobó la ley antiterrorista con el apoyo de todos los partidos de la clase dominante y con una resistencia débil por parte del FMLN. El FMLN no tiene mayoría parlamentaria y no organizó una campaña seria en las calles para impedirlo. Esta ley criminaliza las pintadas en la calle, las protestas callejeras y bloqueos de carreteras, recorta los derechos de organización y reunión. La clase dominante comenzó a prepararse para las luchas inevitables que se van a producir en el próximo período, que no sólo tendrán una expresión parlamentaria, sino que también se expresarán con movilizaciones de masas, huelgas generales y ocupaciones de fábrica. La clase dominante en El Salvador se preparar para el aumento de la lucha de clases que ya estamos presenciando en el resto de América Latina.
A pesar de aprobar la ley, de aumentar el acoso y la represión contra las organizaciones juveniles y obreras, el gobierno cada vez es más impopular. Hoy, la aplastante mayoría de la población salvadoreña quiere una victoria del FMLN en las próximas elecciones de 2008. La clase dominante cada vez está más desesperada, se enfrenta a un empeoramiento de la situación económica y al aumento de la resistencia de la población contra los ataques del gobierno de Antonio Saca.
Sienten el aliento de la revolución latinoamericana en sus nucas. La victoria de los sandinistas en Nicaragua y la comuna de Oaxaca en 2006 han sido una fuente de inspiración para millones de trabajadores que quieren ajustar las cuentas con el ARENA y la clase dominante en general.
Los vídeos de Mario Belloso
Mario Velloso ha regresado a la escena pública con un arresto muy rentable y con una declaración en vídeo que se supone dura más de 8 horas, pero sólo se han visto unos minutos. En estos fragmentos, que se podrían llamar las Aventuras de Mario Pinocho, implica en sus acciones a todas las principales figuras dirigentes del FMLN, confiesa que vuela a Cuba y Venezuela, que lleva armas y otro tipo de historias similares, todo con el supuesto objetivo de asesinar a los dos oficiales de la UMO. La moraleja de la historia está destinada a los dirigentes del FMLN: "No utilicéis el único arma que tenéis para ganar las elecciones", es decir, la movilización de masas para luchar por una condiciones mejores e impedir el más que probable fraude electoral.
La razón principal para que el ARENA utilizara a Mario Belloso y sus cuentos de hadas es advertir a los dirigentes del FMLN. Les están diciendo que se alejen de los "elementos radicales". Pero no se refieren a los elementos ultraizquierdistas, sino sobre todo, exigen que se distancien de las aspiraciones de la clase obrera y sus métodos de lucha. La clase dominante quiere que los dirigentes del FMLN renieguen de su base social de apoyo, sus métodos incluirán las falsas acusaciones, la aparición de testigos que jurarán haber visto volar a los cerdos si es necesario, como Mario Belloso.
Es interesante observar que la clase dominante se haya enredado en estas falsificaciones en lugar de recurrir a los métodos probados de la derecha salvadoreña, es decir, cuando hay dos partes en disputa eliminan a ambas y resuelven el problema. Ahora han tenido que recurrir a los jueces, tribunales, vídeos e investigaciones, se trata de un signo de debilidad por su parte y de temor a la respuesta del movimiento obrero y juvenil.
La clase dominante está dividida sobre cuánto podrán estirar la soga. No es casualidad que la declaración pública de Belloso se haya retrasado en varias ocasiones porque no tenían claro el efecto que tendría sobre los dirigentes del FMLN. Por eso han concentrado su artillería en otras organizaciones de la periferia del FMLN, en particular, han atacado al Bloque Juvenil Popular (BJP), les han intentando implicar en los asesinatos de la policía precisamente porque saben que es una organización peligroso, que cuenta con la simpatía y el apoyo de miles de militantes del FMLN, porque su política es la defensa firma de los intereses de los jóvenes y trabajadores salvadoreños.
Antes de que se enfriase el caso, han arrestado a otro chivo expiatorio, Edwin René Sánchez Canjura, capturado el 11 de julio y acusado de ser cómplice de Belloso. No hay demasiada información sobre este caso, pero parece claro que la clase dominante está vacilando y no se atreven a acusar abiertamente a los dirigentes del FMLN.
Frente a esta situación, el movimiento obrero no debe estar a la defensiva, desde todos los sectores del FMLN se debería organizar una campaña nacional e internacional en defensa de las libertades democráticas: expresión, reunión y manifestación. Esta es la única manera que tienen los trabajadores para defender los derechos democráticos que han conquistado, vincular la lucha por los derechos democráticos con las reivindicaciones económicas de la clase obrera. El FMLN, en lugar de ceder a la presión de la clase dominante y alejarse de los elementos más radicales de sus filas, debería ponerse a la cabeza de la lucha de los trabajadores, estudiantes, campesinos pobres, utilizar los métodos tradicionales de lucha de la clase obrera, las movilizaciones de masas y la huelga general, esta sería la mejor manera de evitar las tentaciones por parte de la juventud de utilizar métodos ultraizquierdistas que sólo sirven para fortalecer a la reacción.
¡Basta ya de ataques contra las organizaciones de la clase obrera!
¡Derogación de la ley antiterrorista!
¡Libertad de los prisioneros políticos!
¡Por la defensa de los derechos democráticos con una huelga general!