Abenduaren 8ko gauean Chavezek Kubara ebakuntza egitera itzuli behar zuela iragarri zuen telebistaz. Kubatik pasa den astean itzuli zen, eta bertan egindako analisien arabera birsortu egin zaio minbizia. Komandanteak adierazi zuenez, gainera, ebakuntza berriaren ondorioz presidentetzarako ezgaiturik geratuz gero, Nicolas Maduro litzateke herriaren agintaritza hartuko lukeena, eta Konstituzioak agintzen duen bezala presidentetzarako hauteskunde berriak egingo lirateke. Kasu horretan, Chavezek Nicolas Maduro proposatu zuen PSUVeko presidentegai izateko.

El agravamiento de la enfermedad del presidente Chávez pone sobre la mesa una vez más el tema de cómo hacer avanzar la revolución ante un nuevo obstáculo que se le presenta. El comandante ha jugado un papel central en impulsarla, apelando durante más de una década a la participación de las masas una y otra vez para hacer avanzar el país y derrotar al imperialismo y el capitalismo. Chávez, frente al espectáculo que ofrecen los socialdemócratas en todo el mundo lamiendo las botas de la burguesía, mantenido la farsa de la democracia burguesa, ha planteado siempre con valentía la imposibilidad de la conciliación con la derecha que, como él siempre ha repetido, son “la nada”. Al mismo tiempo tuvo el enorme mérito de haber señalado años atrás -y fue el primer dirigente de la izquierda que lo hizo tras la caída del estalinismo- que el socialismo era la única salida para la humanidad y para Venezuela. Solo por ello el pueblo y los revolucionarios deberían estarle agradecidos.

Ante la perspectiva de que el presidente no pueda continuar al frente de la revolución, los revolucionarios nos tenemos que preguntar qué vamos a hacer ahora. Desde hace años todo el mundo es consciente, incluso el propio presidente que una revolución no puede depender de la figura de un solo hombre. Chávez ha sido el catalizador, el detonante del movimiento de masas que se ha gestado durante décadas. El carácter de la revolución venezolana es socialista. En un principio las demandas de la revolución fueron de carácter democrático burguesas: independencia, respeto a los derechos democráticos, mejoras sociales que entraron en contradicción rápidamente con el hecho que la burguesía sea la clase que domina la sociedad. Es por ello el enfrentamiento que se da desde 2002 para acá con la burguesía y sus representantes políticos, del que hasta ahora hemos salido victoriosos.

La posible salida de Chávez de la presidencia, fruto de su enfermedad, abre una etapa en la revolución en que las fuerzas de clase antagónicas se van a mostrar de un modo más claro y abierto, la lucha entre la clase obrera y la burguesía se va a evidenciar de un modo más fuerte que nunca, la lucha entre reforma o revolución dentro del propio movimiento bolivariano. La única salida a este conflicto pasa por llevar la revolución socialista hasta el final, cosa que sólo puede hacer la clase obrera, por el papel que juega en el proceso productivo, naturalmente aliada con los sectores populares y desempleados que son un sector importante de los pobres del país.

El comandante Chávez en su alocución hizo un llamado a la unidad, que es clave para enfrentar al imperialismo y a la burguesía, esto pasa por hacer también un llamado a todas las organizaciones sociales y sindicales a unirse en un frente único de lucha, lo que contribuirá a que no haya divisiones que perjudiquen al movimiento revolucionario. La unidad es fundamental y la base para mantenerla y el medio de lograrla es dando respuesta al pueblo profundizando la revolución, expropiando a los capitalistas y desarrollando el estado comunal, la democracia obrera para terminar con el Estado burgués. Es decir, cumpliendo las expectativas que la revolución ha despertado en las masas y que hasta el momento no se han realizado en lo fundamental.

La principal amenaza para la unidad del movimiento revolucionario viene de los atropellos que la burocracia comete contra los trabajadores, de su intento de buscar pactos con la derecha, hacerle concesiones, desviar la revolución en líneas socialdemócratas y plegarse a un sector del imperialismo. La clase obrera es la llamada en tomar el testigo del comandante para encabezar la revolución. Nicolás Maduro, si al final es elegido candidato y posteriormente presidente, puede ayudar mucho a conducir al proletariado al poder y culminar la revolución. Los trabajadores, mientras tanto, debemos organizarnos dentro del PSUV y en la base del movimiento revolucionario para luchar por un programa de lucha por el socialismo que pase por la nacionalización de la banca, la industria, los monopolios y la tierra bajo control obrero y de las comunidades, primer paso para la construcción del socialismo en Venezuela y en América Latina.

 
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