Latinoamerikar langile mugimenduaren historiarekin jarraitzeko, lanaren hirugarren zatia dakargu hona

En un segundo grupo de países sudamericanos podemos ubicar a aquéllos cuyos gobiernos, definidos como "progresistas", llegaron al poder impulsados también por el sentimiento de cambio de las masas, amparados muchas veces en discursos seudo revolucionarios, pero cuyos programas y acción de gobierno no ha podido pasar, en el mejor de los casos, de un reformismo light. Agrupados en el Mercosur que, al contrario del ALBA, pone el énfasis en lo mercantil por sobre lo social, los gobiernos de Lula Da Silva en Brasil, el matrimonio Kirchner en Argentina, Tabaré Vásquez en Uruguay y Fernando Lugo en Paraguay, la llamada "otra izquierda" o "izquierda responsable", a través de una política ambigua y gatopardiana, han servido a las burguesías de sus respectivos países para tratar de engañar a las masas dando la impresión de que las cosas han cambiado cuando en realidad todo sigue igual. Bien decía Lenin que la burguesía tenía dos formas de dominar a las masas: cuando controlaba el poder, a través de la fuerza, y cuando no podía controlar el poder, a través del engaño.

4.2.1) Argentina

Luego de los alzamientos de 1989 y 1990, las masas argentinas volvieron a irrumpir violentamente en las calles a finales del año 2001, en medio de una rebelión popular en contra de las políticas neoliberales que las llevaron a una situación límite de pobreza y desesperación, derrocando el gobierno de Antonio De La Rúa. Una vez más, la falta de una dirección revolucionaria les impidió tomar el poder, y en su lugar, la burguesía maniobró y logró colocar en el gobierno a un Néstor Kirchner que tuvo como rival al devaluado Carlos Menem. La política de Kirchner, primero, y, luego, de su esposa Cristina se ha arropado bajo la desgastada bandera del peronismo para ganar popularidad con el tema de los derechos humanos y de un tímido antiimperialismo mientras en lo económico ha mantenido intacto y apuntalado el sistema capitalista. Hasta el año 2008 la economía argentina creció, logrando un PIB que estuvo en torno al 8,5%, como resultado del alto precio de los productos agrícolas en el mercado mundial durante esos años, sin embargo, esto no se tradujo en mejoras para las masas, ni siquiera en lo que a generación de empleos se refiere. Estas políticas han conducido a un descontento en buena parte de la población que llevaron al gobierno a perder su mayoría parlamentaria en las elecciones legislativas de junio del año 2009, en las cuales, también, se produjo el avance electoral del movimiento de izquierda Proyecto Sur, y aunque esta organización surgió en torno a sectores intelectuales de izquierda y tiene una clara composición pequeño burguesa, además, de un programa confuso, logró atraer el voto de un importante sector de la clase media. Estas elecciones sirvieron, igualmente, para ratificar la división que se comenzó a ver en el seno de la clase gobernante a partir del paro rural impulsado por la burguesía agrícola y que, actualmente, pareciera haberse intensificado con el ataque continuo al gobierno por parte de los sectores más reaccionarios de la burguesía que tienen el control del parlamento. Por su parte, en el movimiento obrero el ambiente de lucha y movilización también es significativo y verificable a través del aumento que ha habido en el número de conflictos laborales, los cuales se incrementaron en un 40% con respecto al año anterior. Desde enero hasta noviembre de 2009 se habían desarrollado 452 conflictos laborales y el Ministerio del Trabajo informaba que nada más que en el primer trimestre del año más de 500.000 trabajadores habían ido a la huelga, alcanzando su punto más alto en el mes de agosto cuando casi dos millones de trabajadores se encontraban participando en algún conflicto. Esto no es de extrañar en un país donde "cerca de la mitad de los trabajadores continúa manifestando su disconformismo con respecto al nivel de sus remuneraciones" (12). Igualmente importante es el sentimiento de lucha que se observa con fuerza en el movimiento de empresas recuperadas que se extiende por todo el país y que, únicamente en la ciudad de Buenos Aires, reúne a 39 empresas y 2066 trabajadores que tratan de mantener el control de las empresas que fueron cerradas o abandonadas por los empresarios, en algunos casos hace más de 10 años, luchando por conservarlas produciendo en medio del sistema capitalista y bajo el ataque del aparato judicial burgués, que durante el año 2009 se vio incrementado en un intento por devolvérselas a sus antiguos dueños y acabar con estas experiencias de autogestión obrera. El triunfo obtenido en la fábrica de cerámicas Zanón, en la sureña provincia de Neuquén, después de varios años de pelea en condiciones muy difíciles, es una buena muestra del espíritu de lucha de estos trabajadores y de su capacidad para organizarse y poner a producir las empresas sin necesidad de los capitalistas.

4.2.2) Brasil

En Brasil la situación no ha sido muy diferente, con el agravante que Lula Da Silva es un ex dirigente sindical metalúrgico. Los trabajadores brasileños que construyeron a pulso y con enormes sacrificios el PT y la CUT, para disponer de las herramientas para organizarse y disputarle el poder a la burguesía, llevando al gobierno a uno de los suyos, cuando pensaron que lo habían logrado se encontraron que no tenían nada: el partido estaba en manos del sector reformista pequeño burgués y el obrero presidente estaba más interesado en sentarse en la mesa de los burgueses que en servirle al proletariado brasileño. Cuando ha entrado en el último año de su segundo mandato, y más allá de los éxitos macroeconómicos iniciales, el legado de Lula Da Silva, el obrero presidente, es un país que se ubica entre los diez países más desiguales del mundo en cuanto al reparto de su riqueza, como lo reseñan los propios órganos oficiales: "Brasil sigue siendo líder mundial en la brecha entre ricos y pobres, reveló ayer lunes un estudio del Instituto de Investigación Económica (IPEA, oficial). El estudio señala que el 10% de trabajadores con mejores salarios gana 23,5 veces más que el 10% más pobre" (13). En Brasil el 47% del territorio está en manos del 1% de la población y cuando los campesinos del Movimiento de los Sin Tierra entran en las gigantescas haciendas de los latifundistas reclamando un pedazo de tierra para cultivar lo más probable es que sean asesinados impunemente como si fueran animales. En el terreno económico las cosas no han ido mucho mejor en los últimos tiempos. Según un informe del IBGE (Instituto Brasilero de Geografía y Estadística) la economía brasileña se contrajo 3,6% durante el último trimestre de 2008 con respecto al trimestre anterior producto de la desaceleración del producto industrial que fue de 12,4% en relación a noviembre. En el año 2009 se mantuvo la misma tónica: "Brasil registró un superávit primario de 64.500 millones de reales (34.865 millones de dólares) en 2009, lo que equivale a 2,06 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), informó este jueves el Banco Central. En términos nominales, el superávit es el valor más bajo registrado para un año cerrado desde 2002 y el menor en términos del PIB desde 1999. Además, quedó abajo de la meta de 2,5 por ciento del PIB establecido en abril del año pasado para adaptarla a la situación de crisis, ya que inicialmente era de 3,3 por ciento del PIB. El superávit de 2009 representa una caída de 39,3 por ciento respecto al de 2008, cuando sumó 106.420 millones de reales (U$ 57.525 millones, a valores actuales), equivalentes a 3,54 por ciento del PIB" (14). Numerosos conflictos laborales se desarrollaron durante el año 2009 recordando que el poderoso movimiento obrero brasileño no está dormido ni a la zaga de sus hermanos de clase del continente. Basta recordar la huelga de septiembre de los 19.000 trabajadores de General Motors, que se inscribió dentro de una serie de conflictos laborales que sacudieron a la industria automotriz brasileña y que tuvo su pico cuando 60.000 trabajadores de autopartes y compañías de máquinas y equipos de la región metropolitana de Sao Paulo decidieron dejar sus trabajos por demandas salariales, o anteriormente, la huelga de los trabajadores petroleros que paralizó a Petrobras durante una semana.

4.2.3) Uruguay

Entre Lula y los Kirchner, en el paisito de Benedetti, Tabaré Vásquez no le ha ido en zaga a los anteriores. Tuvo el privilegio de ser el primero en llegar al gobierno bajo las banderas del histórico Frente Amplio, impulsado, sobre todo, por las ansias de cambio de las masas uruguayas que vencieron todas las artimañas legales de la burguesía que llegó, inclusive, a modificar la ley electoral para hacer más difícil el triunfo de la izquierda. Las grandes expectativas despertadas en el pueblo oriental por el socialista Tabaré pronto comenzaron a verse defraudadas, y la orientación de su política macroeconómica en poco se diferenció de la de sus antecesores blancos o colorados, llegando a coquetear en más de una ocasión con firmar un tratado de libre comercio con EEUU. Donde se evidenció algún cambio fue en el área social con la implementación de programas para mitigar el impacto del desempleo o en el área sindical. Sin embargo, lo poco que haya hecho el gobierno de Vásquez en el plano social siempre es y será mucho en comparación con lo realizado en la mismo terreno por los anteriores gobiernos de la reaccionaria oligarquía uruguaya, y ello ha servido para mantener viva la ilusión de las masas uruguayas en un cambio social, lo cual, en las elecciones presidenciales del año 2009, se reflejó en un apoyo masivo al candidato del Frente Amplio, José "Pepe" Mujica, ante la posibilidad de un retorno al gobierno de los representantes directos de la burguesía rural. Desgraciadamente, las primeras acciones de Mujica como presidente electo, anunciando que su modelo a seguir era el de Lula Da Silva y no el de Chávez, dejan claro que se mantendrá sin grandes variaciones la línea política y económica que traía Vásquez: mantenerse firmemente dentro del capitalismo mientras trata de repartir un poco mejor la renta nacional a través de programas sociales. En un documental donde criticaba la actitud de un grupo de trabajadores rurales que habían tomado las instalaciones de la estancia La Zulma, dijo: "nosotros estamos en un proyecto que se plantea una serie de reformas, no una revolución" (15). Evidentemente, mucha agua ha pasado bajo el puente del ex dirigente del MLN que se alzó en armas para, entre otras cosas, hacer la reforma agraria en Uruguay. Poco antes de asumir la presidencia, Mujica volvió a remarcar su actual línea política: ""Jugala acá, que no te la van a expropiar" (la expresión va dirigida a los empresarios para darles a entender que inviertan en Uruguay que el gobierno no les va a tocar su dinero). El lenguaje directo del presidente electo del Uruguay, José Mujica, arrancó la ovación de los 1.500 empresarios que lo escucharon días atrás en Punta del Este. La frase remite a la necesidad de generar confianza en el sector privado y se contrapone a la sensación de buena parte del empresariado argentino, que aun con la economía nuevamente en crecimiento, no se decide a hundir capital en el país" (16). En definitiva, que lo único que parece haber cambiado es el estilo personal de uno y otro presidente. Con esta fórmula, el ex guerrillero sólo está preparando el terreno para el retorno al gobierno de la derecha en unas próximas elecciones, tal como acaba de ocurrir en Chile. Al final, las masas se terminan cansando de apostar por un cambio que nunca llega, sólo una participación más decidida del movimiento obrero puede presionar para que el gobierno frenteamplista deje de mirar tanto a la burguesía y mire un poco más al pueblo. Ya antes de ser electo presidente, la dirección sindical del PIT-CNT, le había advertido a Mujica, cuando éste les solicitó apoyo para su proyecto de reforma del Estado basado en una reducción del tamaño del mismo, que no iba a desarrollar políticas de seguidismo y que el movimiento sindical reafirmaba su condición autónoma e independiente (17).

4.2.4) Paraguay

En el corazón del continente, las masas paraguayas, a pesar de los altos niveles de explotación y atraso a los cuales han estado sometidas desde la derrota militar en la guerra de la triple alianza hace casi 150 años, no se quedaron al margen del sentimiento de cambio que ha recorrido América Latina y lograron llevar a la presidencia de la república al ex obispo Fernando Lugo. En un país fundamentalmente agrícola, donde según un censo agropecuario de 1991, el 1% de los propietarios poseía el 77% de las tierras cultivables, mientras el 40% de los agricultores disponía del 1% de las mismas, la promesa de reforma agraria encontró eco en las masas campesinas que votaron mayoritariamente por Lugo, sin embargo, el presidente, a pesar de sus buenas intenciones iniciales, finalmente ha terminado entrampado en el equipo que le armó la burguesía. Sin partido propio e inspirado en su religiosidad y muchos buenos propósitos, la oligarquía lo utilizó para continuar en el poder mientras daba la impresión que el cambio había llegado también a Paraguay. Las políticas económicas de Lugo no han variado de la de sus antecesores derechistas del partido Colorado, algo que sería un tanto difícil ya que su ministro de Hacienda, Dionisio Borda, un economista formado en EEUU, también tuvo ese cargo durante el gobierno de Nicanor Duarte y fue quien firmó el acuerdo con el FMI en el año 2004. Este año pasado el PIB cayó 3,8% con respecto al año anterior, según el propio Banco Central de Paraguay, fruto de la caída en la demanda internacional de los productos agrícolas, principalmente de la soja, a causa de la crisis capitalista y de una prolongada sequía. Esta difícil situación económica, unida al incumplimiento de las principales promesas de reformas sociales han comenzado ha erosionar el apoyo popular de Lugo. Las organizaciones campesinas están perdiendo la paciencia y han aumentado las invasiones de tierra lo que, a su vez, ha generado la reacción de los terratenientes quienes, además de la represión violenta contra los campesinos, han realizado protestas a nivel nacional y movido su enorme influencia política en contra de cualquier plan de reforma agraria. Evidentemente, en la medida en que las masas no ven los cambios prometidos por Lugo, mientras su situación empeora a diario y la oligarquía no cede un ápice de su poder, se va creando el ambiente ideal para una nueva agudización de la lucha de clases de la cual ya hay signos más que claros. Hasta los analistas de la burguesía tienen pocas esperanzas en el proyecto reformista de Lugo para sacar adelante la crítica situación actual: "Lo anterior, asociado con la forma de administración de Lugo, con una débil capacidad de actuación, lleva a un deterioro del ambiente económico y comercial. Dado el lento desarrollo de un programa económico, hay un riesgo alto que las reformas sociales y económicas (qué incluye medidas para aumentar el empleo a través de la promoción de empresas pequeñas y medianas, a través de obras públicas o sobre la base de iniciativas privadas) influirá poco en la situación económica" (18).

4.2.5) Chile

A medio camino entre el Mercosur y el ALCA se encuentra Chile, el modelo neoliberal impuesto a sangre y fuego por el dictador Pinochet y continuado por los gobiernos de la Concertación entre democratacristianos y socialistas, se fundamenta a lo externo en negociar con todos y no comprometerse con nadie, y mientras esta política genera grandes éxitos macroeconómicos y enormes ganancias para la burguesía, también mantiene al pueblo chileno sometido a uno de los niveles de desigualdad más altos del mundo, donde "los ingresos del 10% de los chilenos más ricos supera 31,3 veces los del 10% más pobre. En el 80% de los hogares del Gran Santiago los ingresos no son suficientes para cubrir los gastos, por lo que recurren al crédito formal o informal" (19). La fragilidad de un modelo que depende altamente del comportamiento económico de los mercados de exportación se hizo sentir en un país que comercia la mayoría de sus productos con EEUU, la Unión Europea y Japón, los centros de la crisis capitalista mundial. Según un artículo del periodista Paul Walder para la revista Punto Final "el 2009 ha terminado como el peor año en casi de tres décadas para la economía chilena. Con una caída del producto de 1,9 por ciento, esta contracción no tiene antecedentes desde la crisis de 1982, cuando el producto se hundió sobre el ocho por ciento... La economía chilena, tan publicitada como modelo regional, no sólo ha tenido un tremendo desplome, sino que ha tenido uno de los peores desempeños de Latinoamérica". Más adelante agrega, "el alto precio del cobre evitó mayores contracciones en las exportaciones, como el salmón y las manufacturas, las que cayeron un tres por ciento promedio. Pero no logró precaver descalabros en otras áreas de la economía, principalmente la laboral. Durante el año la tasa de desempleo superó el diez por ciento, con más de 800 mil personas sin trabajo. Si éste es el dato oficial que proporciona el INE, no pocos economistas, como Orlando Caputo, han estimado que el desempleo ha superado con creces, durante el 2009, el millón de personas. Pero nada es tan grave como la cesantía juvenil, que ha llegado a bordear el 28 por ciento: uno de cada cuatro jóvenes menores de 25 años con ganas de trabajar no ha conseguido un empleo". Para finalizar diciendo, "No hubo ni hay en Chile suficientes trabajos y tampoco buenos salarios. Según el informe del Banco Central, los salarios reales, aun cuando han aumentado gracias a la reducción de la inflación - que a noviembre marcaba -2,3 por ciento-, al hacer una medición sin considerar los sectores ligados a recursos naturales, han descendido. Ha habido una pérdida de poder adquisitivo tanto por el alto desempleo como por la caída en los salarios" (20). Esta realidad, que quedó crudamente al desnudo con el terremoto de febrero, es la que viven hoy las masas chilenas luego del gobierno de la "socialista" Michelle Bachelet, modelo de eficacia de la "izquierda responsable", como era presentada por los medios de propaganda del sistema, sin contar con la represión desatada durante su gobierno contra los estudiantes secundarios (los pingüinos) y los indígenas mapuches, además de encarar de la peor forma posible el problema de los usuarios del sistema de transporte Transantiago y el de los trabajadores de las empresas forestales, entre otros. En medio de un desgaste evidente de la alianza de la Convergencia, luego de 20 años de gobiernos al servicio de la burguesía, la oligarquía chilena tomó directamente en sus manos el manejo de sus intereses a través del multimillonario Sebastián Piñera, quien rápidamente salió a diferenciarse del presidente Chávez: "Lo que he dicho es que la forma que queremos en Chile la democracia y el modelo de desarrollo económico es muy distinta a la fórmula que está implementando el presidente Chávez en Venezuela" (21). Ya se oyen voces que culpan a las masas chilenas por el triunfo de la derecha, achacándolo a su falta de conciencia e ignorancia, son los mismos que en el año 1973, con sus políticas reformistas y de respeto a la legalidad burguesa, llevaron al cadalso a un proletariado que en vano les pidió una y otra vez las armas para enfrentar a la reacción. En años recientes, el pueblo chileno también ha dado muestras de su instinto de clase al tratar de detener el avance de la derecha votando por la Bachelet para derrotar al propio Piñera en las anteriores elecciones, e incluso en éstas, no hay que olvidar que el triunfo de la derecha apenas fue por una diferencia de 3,23% y eso a pesar que el candidato de la Concertación, Eduardo Frei, es un burgués gris y sin ningún carisma. Pero las masas también se cansan de no obtener respuestas para sus necesidades más inmediatas y esta es una lección que deberían sacar los gobiernos reformistas de la región. El gobierno de Piñera será el gobierno de los empresarios, y está claro que aplicará medidas que ensancharán aún más la brecha entre ricos y pobres, lo cual lo llevará a chocar una y otra vez contra las masas, sólo basta echarle un vistazo a quiénes son sus secuaces en el gabinete para despejar cualquier duda al respecto: "Entre los nuevos ministros figura como canciller Alfredo Moreno Charme, hombre de negocios y ejecutivo de Falabella, sin experiencia diplomática; o la ministra de la Mujer, Carolina Schmidt, gerenta general de la compañía CCU del poderoso grupo Luksic. También está la designada en Medio Ambiente, María Ignacia Benítez, quien, según el diario El Mostrador, era jefa de proyectos de dos termoeléctricas privadas y trabaja en Gestión Ambiental Consultores, desde donde ha tramitado iniciativas energéticas ante el Estado. En Hacienda, fue nombrado el académico de Harvard, Felipe Larraín, integrante de directorios en empresas; mientras que en Salud estará Jaime Mañalich, director de la exclusiva clínica Las Condes, donde Piñera es accionista" (22). En estos últimos años se ha ido desarrollando en Chile un importante movimiento social del que participan empleados fiscales, profesores, estudiantes, trabajadores portuarios, salmoneros, forestales, contratistas del cobre, deudores habitacionales, usuarios del Transantiago, pueblos originarios, etc., si a esto le sumamos los poderosos sindicatos del cobre que durante los 20 años de gobiernos de la Concertación han realizado nueve grandes huelgas, la última de las cuales, en la mina de cobre Spence, se dio finalizando el año 2009, el panorama para el millonario presidente no es muy halagador y menos en un ambiente de crisis económica que no tiene perspectiva de finalizar en el corto plazo.

Notas:

 (12) http://www.elsalario.com.ar/main/Informeslaborales/el-49-de-los-trabajadores-no-esta-conforme-con-su-salario

 (13)http://www.tendenciaeconomica.com/economia-social/el-empleo/brasil-lider-mundial-en-la-desigualdad-social.html

 (14) http://www.abeceb.com/noticia.php?idNoticia=129614

 (15) Derecho al suelo, Telesur y Anima

 (16)http://www.ieco.clarin.com/economia/incertidumbre-falta-credito-jaquean-inversiones_0_107700027.html

 (17) http://www.elpais.com.uy/especiales/elecciones/2009/famplio_424504.asp

 (18) http://www.finanzas.com.py/articulos_48_paraguay-perspectiva-economica-2009-.html

 (19)http://www.bbc.co.uk/mundo/america_latina/2009/12/091209_0926_chile_eleccion_analisis

_gtg.shtml

 (20) http://www.elclarin.cl/index.php?option=com_content&task=view&id=19750

 (21) 21/01/10 - www.aporrea.org/actualidad/n149236.html

 (22) http://www.clarin.com/diario/2010/02/11/elmundo/i-02137633.htm