Maiatzaren 4ean Santa Cruzko oligarkiak ospakizun handiak prestatu zituen. Komunikabide internazionalen laguntzarekin Boliviako iraultzaren aurkako beste pauso bat eman nahi zuten. Arazo larri bat dute ordea, herri boliviarra ez da lo geratu.

Su autonomía dictatorial y "neoliberal" debía ser "aprobada", es decir, aprobada por el "pueblo de Santa Cruz". Los resultados oficiales daban una victoria al "sí" con un 85 por ciento y sólo un 15 por ciento al "no". La elite dominante de Santa Cruz, el centro económico de Bolivia, celebró el resultado durante toda la noche. Pero detrás de estos números se esconde otra realidad distinta.

El 40 por ciento boicoteó el referéndum, que había sido declarado ilegal por la comisión electoral nacional del país. En varias zonas rurales el estatuto de autonomía fue rechazado rotundamente con la quema de los colegios electorales y la creación de comités callejeros.

En muchas zonas rurales el nivel de abstención fue muy elevado. En la segunda ciudad más grande del departamento de Santa Cruz, Montero, el 60 por ciento del electorado se abstuvo y el 12 por ciento votó "no". En el barrio más pobre de Santa Cruz, "Plan 3.000", con 200.000 habitantes, hubo enfrentamientos violentos entre trabajadores pobres y los grupos armados de la organización fascistas: Unión Juvenil Cruceña. Dejaron 25 personas seriamente heridas y un muerto.

Llegaron informes de un gran fraude electoral en todas partes y este referéndum no fue supervisado por ningún observador internacional. En los nueve departamentos restantes del país se celebraron gigantescos cabildos (asambleas) y manifestaciones contra la oligarquía de Santa Cruz. En El Alto salieron a las calles medio millón de personas. En La Paz hubo más de 100.000, en Cochabamba también salió medio millón a las calles y en muchas otras ciudades hubo manifestaciones de masas similares, incluidas las dos ciudades mineras de Potosí y Oruro.

¿Cuál es la situación en la ciudad de Santa Cruz?

En los últimos dos meses la propaganda de la oligarquía ha sido tremenda. Han puesto todas sus energías en garantizar la victoria en este referéndum ilegal. En todos los medios de comunicación se podían escuchar las bendiciones de la "autodeterminación". Pero en ninguna parte los medios de comunicación se han molestado en explicar el verdadero contenido de los estatutos de autonomía propuestos por la oligarquía. Si se leen los estatutos se comprende totalmente su contenido reaccionario.

Algunos de los puntos más significativos son:

Los terratenientes controlarían toda la tierra. La política agraria, de forestación y el control de las regiones protegidas estarían igualmente bajo su control, así podrían seguir condenando al país a la pobreza y destruir el medioambiente, como han hecho siempre (artículos 6, 102 y 103).

Los propietarios de las empresas tendrían poder para tomar las decisiones y acciones legales que quisieran sobre las condiciones laborales. De esta manera, podrían continuar explotando a los trabajadores como han hecho siempre. Los "estatutos de autonomía" no reconocen la existencia de los sindicatos (artículos 6 y 7).

La oligarquía recupera el control absoluto de los recursos naturales (artículos 8, 114 y 115).

Aparte de eso, el gobierno regional y el presunto comité civil de San Cruz dan vía libre a las fuerzas fascistas en las que se basan. Los elementos más extremos hablan de la necesidad de la limpieza étnica, echar de Santa Cruz a aquellos que proceden del altiplano boliviano  y que no cumplen las normas de la oligarquía.

El día antes del referéndum, los pequeños tenderos del centro de la ciudad, La Ramada, informaron de que se habían distribuido panfletos en los barrios insistiendo en que "los collas tienen tres días para abandonar Santa Cruz". "Colla" es el nombre utilizado para calificar a los que proceden del altiplano boliviano (es decir, indígenas) que forman casi la mitad de la población de Santa Cruz y el grueso de los pequeños comerciantes en los mercados.

Plan 3.000

En el barrio pobre "Plan 3.000", la resistencia contra el referéndum fue tan grande que la gente salió a las calles a enfrentarse a las bandas fascistas. Cuando la gente descubrió el fraude electoral quemaron muchas papeletas. Descubrieron una enorme cantidad de papeletas marcadas con el "sí" antes de que comenzaran las elecciones.

El domingo por la tarde, Evo Morales apareció en la televisión estatal y declaró que el referéndum de la oligarquía había sido un absoluto fracaso. La realidad es que fuera del centro de moda de Santa Cruz y en los barrios ricos, este desafío de la oligarquía se encontró con una gran resistencia. Incluso es evidente en los datos oficiales, con un 40 por ciento de abstención en el departamento y más del 50 por ciento fuera del centro de la ciudad de Santa Cruz.

La pregunta es: ¿y ahora qué? En la prensa burguesa internacional no se dice nada de la situación real que explicamos en éste y en otro artículo anterior. Los medios de comunicación presentan la situación como si se tratara de un país dividido en dos, con una parte oriental que no está de acuerdo con los cambios que intenta imponer Evo Morales. Es una versión distorsionada de la realidad, intentan sofocar las distintas luchas revolucionarias que está protagonizando la clase obrera boliviana.

Pero como dijeron ayer algunos campesinos de la provincia de El Torno en Santa Cruz: "¿Por qué esta gente no declaró su autonomía cuando tenían el poder durante el período del general Banzer?" y añadían, "este referéndum de autonomía es inútil para los pobres".

En el masivo cabildo de El Alto se aprobó una resolución que señala el camino que debe seguir la revolución. Uno de los puntos más importantes es la exigencia de la nacionalización de todas las fábricas y empresas de la oligarquía. Este es un punto esencial. La clase obrera boliviana ha demostrado su fuerza, ahora es decisivo tomar medidas concretas para arrebatar el poder político y económico de las manos de la oligarquía.

El Primero de Mayo, Evo Morales nacionalizó la gran empresa de telecomunicaciones ENTEL con un decreto que da la mayoría de las acciones de la empresa al estado. Lo mismo ocurrió con varias empresas petroleras que han perdido su control sobre la producción. Sin embargo, el mensaje de ayer de las masas, las mismas masas que pusieron a Evo en el poder, fue claro: el gobierno debe abandonar todos los intentos de dialogar con la oligarquía que sólo está interesada en recuperar su poder político en todo el país. "Los contrastes son más profundos que nunca, ¡ahora la revolución debe encaminarse hacia la victoria"!