Hugo Chavezen osasunaren eta etorkizunaren inguruko zalantzak ugaritzen ari direla, beharrezkoa da sozialismoaren aldeko borrokan aurrera egitea.


No se puede avanzar al socialismo mientras no se tenga el control de la economía nacional

1) La irreversibilidad del socialismo

El programa de la patria 2012-2018 contiene las líneas del programa del Gobierno Bolivariano para el presente mandato del presidente Chávez. Presenta un programa de reformas con el fin de modernizar el país, hacerlo más justo sacándolo del atraso secular al que le sometió el imperialismo y la burguesía criolla. La defensa y extensión de la misiones junto con otras propuestas ya de por sí suponen puntos progresistas del programa.

Frente a la ofensiva de la derecha y la burguesía en todo el mundo que recorta conquistas sociales, el texto propone impulsar el socialismo bolivariano, “continuar construyendo el socialismo bolivariano del siglo XXI en Venezuela, como alternativa al modelo salvaje del capitalismo y con ello asegurar la 'mayor suma de seguridad social, mayor suma de estabilidad política y la mayor suma de felicidad', para nuestro pueblo”.

El documento no señala los plazos para llegar al socialismo, abogando por su construcción en un tiempo indefinido de manera tal que algún día lleguemos a un punto de no retorno. “La coherencia de este Programa de Gobierno responde a una línea de fuerza del todo decisiva: nosotros estamos obligados a traspasar la barrera del no retorno, a hacer irreversible el tránsito hacia el socialismo. Ciertamente es difícil precisar cuándo despuntará tan grandioso horizonte, pero debemos desplegar esfuerzos sensibles y bien dirigidos, para decirlo con Bolívar, en función de su advenimiento”.

¿Cómo construir el socialismo?

La conciencia de millones de pobres y de trabajadores es el factor de avance más poderoso para construir una sociedad socialista. La gran mayoría que votó el 7 de diciembre bajo ningún concepto quieren el capitalismo y busca una alternativa en el socialismo. Sin embargo, desde el PSUV tenemos que ser honestos con los trabajadores y el pueblo: la economía venezolana todavía sigue en su mayor parte en manos privadas y el aparato estatal sigue siendo burgués. Si en el terreno de la conciencia las masas abogan por el socialismo, en el terreno de la economía la tarea va atrasada: lejos de iniciar el tránsito hacia el socialismo estamos todavía bajo un capitalismo que trata de ser regulado por el Estado.

El programa de gobierno señala como uno de los ejes más importantes del mismo “el desarrollo de la propiedad social sobre los factores y medios de producción básicos y estratégicos que permita que todas las familias y los ciudadanos y ciudadanas venezolanos y venezolanas ejerzan el pleno goce de sus derechos económicos, sociales, políticos y culturales, logrando el vivir bien”. Ese pleno goce de sus derechos -que es lo que todo revolucionario aspira para el pueblo- no se va a poder realizar mientras el dominio de la economía esté bajo el sector privado. Lo que hemos visto los últimos años es efectivamente un “desarrollo” de la propiedad social sobre los factores y medios de producción básicos, a través de las nacionalizaciones realizadas por el gobierno nacional, pero el problema acá es de calidad, es que esa propiedad social no es la decisiva si no que al contrario la preponderante es la privada. La propiedad privada de los medios de producción es la causante de la anarquía de la economía venezolana, contrarrestada a duras penas por la intervención estatal sobre la base de la renta petrolera. Es necesario planificar la economía, pero no se puede planificar lo que no se posee. El Estado venezolana no puede regular el capitalismo venezolano obligando a los empresarios a producir. Más bien es lo contrario: el gobierno al final tiene que capitular ante los empresarios.

Y no es un problema de cómo se organizan los medios de producción, “Impulsar nuevas formas de organización de la producción que pongan al servicio de la sociedad los medios de producción e impulsen la generación de tejido productivo bajo un nuevo metabolismo para la transición al socialismo” (Pag 19), porque cada clase organiza la producción en función de sus intereses. El capitalismo venezolano funciona fenomenal para los intereses de un puñado de ricos, la producción está organizada para mantener sus beneficios. No se puede cambiar la forma de organizar la producción si no se posee el control efectivo de los medios de producción (empresas, crédito, tierras, etc.).

Toda declaración en el sentido de crear la ilusión de que se puede poner la producción al servicio de la sociedad cambiando el modo en que esta se organiza, sin cambiar la propiedad de la misma, oculta a las masas trabajadoras la solución al problema, que pasa por que el Estado se haga con el control de las palancas fundamentales de la economía y ello solo se puede dar si es propietario de los medios de producción fundamentales del país. Esto es, todas las empresas de más de 50 empleados, la banca y la tierra excluyendo los pequeños negocios, tiendas, etc. los cuales seguirán siendo privados (pero que serán absorbidos gradualmente y sobre la base del ejemplo y la persuasión y del avance de la economía nacionalizada, convenciendo a su propietarios de que es más rentable para ellos sumarse a la red socialista que permaneciendo con sus pequeños negocios), así como establecer un monopolio del comercio exterior que permita controlar las importaciones y la utilización de las reservas internacionales en beneficio de la mayoría y no para favorecer a los especuladores y acaparadores capitalistas.

¿Qué nos dice la experiencia de 13 años de revolución?

La experiencia nos dicta que en los años de la revolución, todo intento del gobierno de regular el mercado, terminar con la escasez y especulación que los propietarios de la producción, distribución e importación de bienes ha terminado con un reconocimiento de la realidad y, al final, un paso hacia atrás. El ejemplo más claro es la incapacidad de terminar con la escasez, sobre la base del alza de la producción nacional. El gobierno ha tratado de contrarrestar este déficit aumentando las importaciones con los recurso de la renta petrolera. Frente a los 27.000 millones de dólares de 2011 de importaciones, en 2012 se va a llegar a la cifra record de 50.000 millones de dólares, reflejo de la incapacidad del aparato productivo nacional de satisfacer la demanda del mercado interno.

2) El desarrollo del Estado comunal. Solo se puede construir un Estado revolucionario sobre la base de la expropiación de los capitalistas.

En el programa se señala cuáles van a ser los objetivos del Gobierno Bolivariano en el desarrollo del Estado comunal en el próximo período de gobierno: “La consolidación y el acompañamiento del Poder Popular en el período 2013-2019 afianzarán la conformación de 3.000 Comunas Socialistas, considerando un crecimiento anual aproximado de 450 Comunas, de acuerdo a las características demográficas de los ejes de desarrollo territorial. Estas Comunas agruparán 39.000 Consejos Comunales donde harán vida 4.680.000 de familias, lo que representa 21.060.000 de ciudadanos. Es decir, que alrededor del 68% de los venezolanos del año 2019 (30.550.479) vivirán en subsistemas de agregación de Comunas”.

Y señala como medio para llegar al socialismo: “necesitamos de un poder popular capaz de desarticular las tramas de opresión, explotación y dominación que subsisten en la sociedad venezolana, capaz de configurar una nueva socialidad desde la vida cotidiana donde la fraternidad y la solidaridad corran parejas con la emergencia permanente de nuevos modos de planificar y producir la vida material de nuestro pueblo. Esto pasa por pulverizar completamente la forma de Estado burguesa que heredamos, la que aún se reproduce a través de sus viejas y nefastas prácticas, y darle continuidad a la invención de nuevas formas de gestión política”.

El método para hacer desaparecer el Estado capitalista, según el programa se basa en la transferencia de competencias de la administración del Estado tanto nacional, regional como local al Estado comunal. Así, la burocracia estatal va a entregar sus privilegios al pueblo de manera gradual y voluntaria. “Garantizar la transferencia de competencias en torno a la gestión y administración de lo público desde las instancias institucionales, regionales y locales hacia las comunidades organizadas, organizaciones de base y demás instancias del poder popular, como línea estratégica de restitución plena del poder al pueblo soberano” y continúa con “2.5.3.1 Planificar y ejecutar la transferencia de competencias a las Comunas, consejos comunales, mesas técnicas de servicios, a los movimientos de pobladores, pueblos indígenas, a los consejos de trabajadores y trabajadoras, de motorizados y motorizadas, de estudiantes, en materia de vivienda, deportes, cultura, programas sociales, ambiente, mantenimiento de áreas industriales, mantenimiento y conservación de áreas urbanas, prevención y protección comunal, construcción de obras y prestación de servicios públicos, entre otros.”